Eduardo Rubén Bejarano (36) está otra vez preso.
Su último ardid consistió en falsas ventas de ganado. Tiempo atrás estafó a municipios de todo el país, invocando al hospital Garrahan.
Eduardo Rubén Bejarano (36) está otra vez preso.
Su nombre puede no decir nada para muchos. Pero no para quienes reciben denuncias de personas que han sido burladas en su buena fe.
La última alarma se encendió el 25 de agosto. Ese día un empresario agropecuario santafesino denunció ante la policía que una persona lo contactó en forma telefónica con la intención de venderle ganado vacuno.
Pero poco después, luego de haber ganado su confianza, la transacción tuvo un giro inesperado.
Esto fue cuando el supuesto “vendedor” le manifestó que la venta debía hacerse de manera urgente, debido a que tenía a su hijo internado en la ciudad de Buenos Aires por una enfermedad terminal. Por tal motivo debía transferirle la suma de $ 20.000 aportándole datos de la cuenta para comenzar con dicha transacción.
El agropecuario fue solidario con la situación. Sin embargo, a poco de haber depositado el dinero, cayó en la cuenta que había sido estafado.
Yo te conozco
En consideración al modus operandi empleado, agentes de la PDI advirtieron que podría tratarse de un sujeto ya conocido, dado que años anteriores fue imputado por una cantidad importante de estafas empleando la misma metodología.
Realizadas distintas diligencias al respecto, se logró determinar que se trataría de la misma persona.
Asimismo, se tomó conocimiento que personal de PDI Distrito Garay, se encontraba trabajando en otra cantidad de hechos similares (diez), donde estaría involucrada la misma persona, por lo que por disposición de la Fiscalía interviniente se unificaron todas las investigaciones.
Allanamientos
Así las cosas durante la mañana del lunes personal de los Distritos Garay, San Justo y Santa Fe del Departamento Operativo de Investigación Región 1, procedieron a allanar un domicilio situado en calle Ernesto Zamaro 2700 de la ciudad de San Justo.
Dicho procedimiento arrojó resultado positivo en cuanto al secuestro de teléfonos celulares, equipos informáticos, 981 formularios de suscripción a préstamos, tarjetas de débito, ticket de extracciones, entre otros elementos de interés.
En este contexto se procedió a la detención del imputado, Rubén Bejarano (36), procediendo a su identificación por los delitos de “Estafas Reiteradas en Concurso Real, y puesto a disposición de la fiscal del caso.
El paciente desagradecido
De las numerosas declaraciones que conforman la carpeta judicial se destaca la del médico Antonio Latella, quien trabaja en el hospital Garrahan desde 1994.
El profesional recordó que entre 2002 y 2007 atendió en el sector oncológico a un niño de apellido Bejarano que padecía una enfermedad rara y que en 2009 tuvo el último contacto con la familia del paciente que era de la ciudad de San Justo, Santa Fe.
Al año siguiente -en 2010-, comenzó a recibir llamados de distintas personas que referían que él había llamado para recaudar fondos para ese paciente, lo que derivó en una denuncia en la Justicia Federal en octubre de 2012.
En junio de 2016 Bejarano fue detenido por estafar a unos 17 municipios de todo el país a quienes engañó o, al menos, intentó hacerlo.
Haciéndose pasar por el director o subdirector del hospital de pediatría Garrahan, el nombrado pedía dinero a intendentes y presidentes de comunas para solventar los gastos de traslado de niños fallecidos en el citado nosocomio de Buenos Aires.
‘Vivía de eso”, reconoció en su momento la fiscal Milagros Parodi, al referirse a las estafas.
“Se levantaba a la mañana y empezaba a llamar hasta que uno prendía” y lo presionaba hasta lograr el depósito. Hábil con la palabra, Bejarano lograba envolver a sus víctimas hasta convencerlas de la necesidad y urgencia de una familia de condición humilde a la que se le acababa de morir un hijo en Buenos Aires y que no tenía los recursos para trasladar el féretro hasta su pueblo de origen.
El Litoral