Hace meses que la situación económica nacional es complicada y la economía familiar cada vez es más difícil de sostener. En ese marco, el mercado inmobiliario en general tiene que adaptarse a las medidas cambiarias y a la fluctuación de la moneda nacional. “El panorama se fue complicando en los últimos meses debido a los altos índices inflacionarios que impactan en el mercado de diferentes maneras”, indicó Walter Govone, referente inmobiliario de Santa Fe (Ceci), en su visita al programa “En el umbral” que se emite por CyD Litoral.
“En la compraventa de inmuebles había líneas de crédito muy buenas, a 20 o 30 años. Se había logrado un instrumento como es el UVA (Unidad del Valor Adquisitivo) para la actualización de las cuotas, pero lo que sucedió es que se fue ajustando con la inflación y esas líneas de crédito con el tiempo fueron tomadas cada vez menos por el usuario, a causa del incremento repentino de las cuotas. Santa Fe fue una de las provincias que menos créditos UVA por cantidad de habitantes entregó, algo que nos sorprendió”, entendió el corredor inmobiliario.
La restricción para comprar dólares
Al ser consultado sobre las medidas cambiarias que impuso el gobierno nacional, que permite comprar 10 mil dólares por mes como máximo, Govone analizó: “Aquel que puede comprar dólares en el mercado oficial y que tenía dinero ahorrado en pesos, para pasarlo a dólares va a tener dificultades para hacerlo de manera oficial”.
Tras darse a conocer el decreto de necesidad y urgencia del cepo al dólar, en la ciudad crecieron las consultas para comprar inmuebles. “En los últimos días tuvimos muchas consultas en nuestras oficinas para comprar inmuebles en pesos. Hay un cierto temor y la gente busca refugiarse en ‘los ladrillos’ que son un gran incremento del capital”, sostuvo el referente de la Ceci.
“En otras devaluaciones, el precio en dólar de las propiedades se acomodaron para abajo, el porcentaje se va a acomodar en base a qué suceda con el dólar no oficial. Si queda en estas condiciones puede haber una reducción en un 10 o 12%, pero en pesos van a subir por los precios de la construcción”.
La situación de los alquileres
En tiempos de renovación de contratos de alquiler, las opciones se miden con la billetera en mano y con la incertidumbre de lo que pueda suceder con la fluctuación del billete nacional. En este contexto, los estudiantes que llegan a estudiar a la ciudad son actores importantes. “Muchas veces esperan hasta último momento para alquilar departamentos, es decir noviembre o diciembre. Lo que sucede en tiempos de crisis es que se tratan de juntar varios estudiantes en un mismo inmueble para abaratar costos”, señaló el referente inmobiliario.
En relación al valor del incremento de los alquileres, Govone comentó que “están fijados en función del poder adquisitivo que se tiene según el lugar en el que se ofrece el inmueble, ya sea en Santa Fe o la región. A nosotros lo que nos preocupa es que hace dos años, los incrementos interanuales rondan el 30 y 35% y la inflación es del 55%”.
Para ejemplificar este panorama, el presidente de la Cámara precisó que un departamento de un dormitorio en zona centro vale entre 3.500.000 y 4.000.000 de pesos. “La rentabilidad se calcula en 0,3% para que el alquiler dé entre 10 y 12 mil pesos. El día de mañana cuando se tenga que reajustar se va a tener que hacer escalonadamente para llegar a la rentabilidad histórica que es un porcentaje más alto”.
En cuanto a los locales comerciales, según las estadísticas que comparten desde el Centro Comercial de Santa Fe, “se incrementaron notablemente la cantidad de locales vacíos y ya está cerca de una desocupación del 15%, respecto al año pasado”, calculó Govone.
En comparación con años anteriores, las operaciones de compra-venta de inmuebles han caído de manera sostenida. Según datos del Colegio de Escribanos, las escrituras de inmuebles se redujeron —interanualmente con respecto a julio del 2018— un 6%. En esta línea, Govone agregó: “De enero a junio ya venían cayendo un 30% promedio interanual. En todo el 2018 hasta junio del 2019, es el año con menos operaciones de compra-venta en los últimos 11”, resaltó.
Invertir en tiempos de crisis
Govone recordó lo que pasó en el contexto inmobiliario tras la devaluación que sufrió la moneda nacional a fines del 2001. “Un departamento a estrenar en el microcentro, dentro de los bulevares, se comercializaba entre 15 y 17 mil dólares. Ahora en 2019, ese mismo inmueble se está ofreciendo entre 85 y 90 mil dólares. Es decir que el que invirtió y tenía 17 mil dólares 20 años atrás, no es que se refugió sino que hizo una gran inversión”, ejemplificó.
A su vez, destacó que la evaluación de una inversión inmobiliaria, se tiene que hacer para un mediano y largo plazo, ya que en el corto plazo puede haber opciones más redituables. “En el mercado quedó aquel que puede tener un ahorro propio, que puede comprar su inmueble o buscar una inversión para tener al refugio su dinero”, aseveró.