Las perturbaciones sufridas en la red de transportes de la capital nipona causadas por el paso del tifón Faxai en la madrugada del lunes relanzaron los interrogantes sobre las consecuencias de una eventual catástrofe natural durante el Mundial que comienza a las 20 de septiembre.

¿Qué ocurriría en caso de anulación de un partido?

El reglamento difiere según el partido afectado corresponda a la fase de grupos o a la de eliminación directa.

Según el reglamento del Mundial 2019, "si un partido de la fase de grupos no puede comenzar el día previsto, dicho partido no será aplazado al día siguiente y será considerado como anulado".

"En ese caso, el resultado del partido será declarado nulo y los equipos obtendrán cada uno dos puntos y no será registrado el marcador", precisa. El marcador final será un empate (0-0).

Ello podría conllevar consecuencias determinantes en el Mundial, en una edición que promete ser particularmente igualada.

A partir de cuartos de final, sin embargo, el reglamento cambia: "Si un partido por eliminación directa no puede comenzar el día previsto, dicho partido será considerado aplazado y reprogramado en los dos días siguientes o en un plazo mayor" determinado por World Rugby.

¿Podría verse afectado el Mundial por un tifón?

El Mundial de Japón, sobre todo en las primeras semanas del torneo, se disputará precisamente en plena temporada de tifones en Japón, que se extiende normalmente hasta octubre.

El tifón Faxai, que pasó en la noche del domingo al lunes por la región de Tokio en forma de lluvias torrenciales y de ráfagas de viento que superaron los 200 km/h, fue el 15º fenómeno climático de esas características desde el comienzo del año.

Su paso causó la muerte de dos personas, decenas de heridos y provocó cortes de corriente y graves perturbaciones en los transportes.

Ese tifón provocó además "algunos impactos menores en las sedes y en campos-base", indicó este lunes Nicholas Van Santen, portavoz del comité organizador, haciendo balance de una primera inspección de daños.

Faxai provocó además un retraso en la llegada a Japón de los Wallabies de Australia, mientras que la selección de Francia pudo aterrizar el domingo por la noche como estaba previsto, justo antes de la tempestad, y los All Blacks justo después.

Pero los tifones no son el único motivo de preocupación: la actividad sísmica en Japón es una de las más elevadas del mundo y los organizadores del torneo han reparado en la posibilidad de un temblor de tierra.

¿Cómo se prepara la organización?

Una gran parte de la preparación de la competición estuvo centrada en la planificación de las medidas de urgencia en caso de catástrofe natural.

"Pensamos que esas cosas pueden anticiparse. Sólo hay que estar seguros de que se han previsto todos los escenarios", estimó el director del torneo Alan Gilpin en una entrevista a la AFP a comienzos de 2019.

Más allá de las consecuencias puramente deportivas, hay que tener en cuenta asimismo el riesgo de no poder utilizar un estadio o infraestructuras de transporte, añadió Gilpin.

¿Y los equipos?

Para el técnico de Inglaterra Eddie Jones, en el pasado al frente del XV de Japón, no hay "ninguna duda" de que la Copa del Mundo se verá afectada por los tifones.

En caso de condiciones climáticas demasiado adversas, sus jugadores, avisó, se entrenarán en canchas bajo techo, con césped artificial.

Además de este tipo de precauciones para los entrenamientos, otro problema de calado podría ser el transporte de las 20 selecciones y de sus aficionados a las 12 ciudades anfitrionas del torneo, dispersas por la geografía del archipiélago nipón.

Durante el episodio del tifón Faxai, centenares de vuelos y trenes de gran velocidad (Shinkansen) tuvieron que ser cancelados y el tráfico de una buena parte de la red ferroviaria de la urbe tokiota fue suspendido o seriamente afectado hasta este lunes por la tarde.

¿Deben los hinchas estar preocupados?

Aunque hay un riesgo no despreciable de tifón o de sismo durante la Copa del Mundo, Japón está muy bien preparado para este tipo de situaciones en relación a la mayoría de países.

Casi todos los edificios y las redes de transporte están concebidos para resistir terremotos de gran escala, y los sistemas de detección y aviso a la población han mejorado, con la incorporación de la información en inglés.

Con información de Télam.