El gobernador Miguel Lifschitz confirmó que se acordó con el mandatario electo Omar Perotti dejarle a éste último la prerrogativa de remitir a la Legislatura el proyecto de presupuesto 2020. También que no se detendrá la obra pública, aunque se “acompasará” su ritmo para aminorar el impacto presupuestario, y no habrá nuevas licitaciones (salvo casos de urgencia, por ejemplo en salud y educación).
“Tuvimos una reunión con el gobernador electo la semana pasada en mi despacho en la ciudad de Rosario, donde repasamos todos los temas que tienen que ver con la transición, temas económicos fundamentalmente, licitaciones, obras, temas de personal”, confirmó Lifschitz en un encuentro con periodistas santafesinos convocado cerca del mediodía de este lunes.
El gobernador aseguró que se trató de una “muy buena reunión, en muy buenos términos”, asentados en buena medida en la buena relación personal forjada en años previos, sobre todo cuando ambos eran intendentes.
“Yo le manifesté nuestra vocación para colaborar y contribuir, de tal manera que terminemos una gestión ordenada, pero que también él pueda iniciar de manera tranquila y ordenada su gestión, en un año 2020 que todos suponemos que va a ser muy complejo en lo económico. En particular, en lo que hace al presupuesto, ratificó su pedido de que el proyecto sea elaborado por su propio equipo y presentado en la Legislatura después del 10 de diciembre”, corroboró el mandatario.
No obstante, aclaró que como el plazo constitucionalmente establecido es del 30 de septiembre -pero atento a la razonabilidad del planteo-, “vamos a estar enviando esta semana un mensaje a la Legislatura para pedir autorización para la presentación del presupuesto fuera de término, después del 10 de diciembre.
“Nosotros le dejaremos toda la información de base, seguramente iremos trabajándolo en conjunto, pero lo estaría presentando después del 10 de diciembre, en el momento que él considere oportuno”, resumió Lifschitz. Y aclaró que “en cualquiera de los casos, por las características de la Legislatura, se va a requerir un acuerdo entre el peronismo y el Frente Progresista”.
Con respecto a otro de los puntos de la agenda que trató en el encuentro con su sucesor, el gobernador santafesino expresó que “ya le habíamos presentado un informe muy minucioso con todas las licitaciones que están en marcha, las que están con sobres abiertos, las que están convocadas, las que ya están adjudicadas. En principio, de acuerdo a su pedido, en lo que quedamos es en no seguir avanzando con las que están todavía en proceso, o que no han sido convocadas, a los efectos de no comprometer el presupuesto del año 2020; salvo alguna excepción, como lo que refiere a alguna obra en salud o educación que no pueden esperar.
“En cuanto a las obras que están en marcha, la idea es no detener ninguna. Lo que sí estamos haciendo en algunos casos, sobre todo las que tienen mucho impacto presupuestario, es tratar de bajar un poco el ritmo”, completó el mandatario.
En lo que hace a la política salarial del personal, Lifschitz garantizó que en el mes de octubre -cuando se pague el sueldo de septiembre- se aplicará la cláusula gatillo de actualización automática por inflación, aunque a futuro éso estará supeditado a la evoluación tanto del índice de precios como de la recaudación.
En otro tramo, Lifschitz garantizó que su gobierno no busca producir ingresos masivos de personal contratado a la planta permanente, sino que ello se encuentra constreñido a los casos de personas cuyo reclamo sea justificado, por la labor efectiva que realizan, y que se hace en conversación con los gremios y con el acuerdo político como condición.
En tal sentido, reiteró que en su gestión no hubo creación de cargos y que existen actualmente “más de 7 mil vacantes”, a las que se acudirá para poner en planta a los trabajadores actualmente bajo contrato en los casos que se justifique. Que, según los números que maneja el gobierno, están en el orden de los 2.500.
La agenda frente a la violencia
El gobernador también respondió la requisitoria periodística sobre la acuciante situación de la seguridad, previa aclaración de que “cuando se producen víctimas fatales eso no tiene reparación, ni puede ser corregido, no hay forma de de compensar, ni de consolar a los afectados”.
En ese contexto, recordó que por el cuadro verificado ya en días previos al resonante homicidio de Julio Cabal ya se había resuelto la intervención de la Unidad Regional I, con la intención de producir una verdadera reorganización.
“Tenemos que lograr mejores resultados, hay que mejorar la prevención; no solamente en la presencia policial, sino también en las tareas de inteligencia, de investigación, para reducir al mínimo posible los niveles de inseguridad que se vienen dando este año”, admitió el mandatario. Pero a la vez, apuntó que “lamentablemente el delito a veces va mutando, venimos en la provincia con cifras relativamente positivas con respecto al año pasado, pero no es el caso de la ciudad de Santa Fe, lo que amerita una mayor presencia. Hemos dispuesto refuerzos de personal para estos días, y también una reestructuración de toda la regional”.
Sobre la política para el ofrecimiento de recompensas, aclaró que ésta obedece a los requerimientos del Ministerio Público de la Acusación, y que en todo los casos “tenemos la mejor predisposición”.
También dio cuenta de la coordinación que existe con las fuerzas federales con presencia en el territorio provincial, si bien consideró que “objetivamente hay un menor número de lo que había tiempo atrás, aunque no tengo presición, porque eso va cambiando”.
Por otra parte, en lo que hace a su gestión, evitó poner en cabeza del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, toda la responsabilidad en la materia. “Hay un equipo en Seguridad más allá del ministro, trabajamos en el gabinete, en el Ministerio de Justicia. Así que los logros y resultados son del gobierno”, sostuvo.
Finalmente, volvió a la reunión con Perotti para referirse a esta sensible temática. “Me hizo un comentario general, su preocupación por la situación. Le describí la realidad que tenemos en las distintas jurisdicciones. Y me manifestó que luego de las elecciones de octubre va a anunciar las personas designadas para el área, lo que va a permitir un trabajo más coordinado. Yo le manifesté que eso era muy importante, porque ha habido muchas transformaciones en el sistema judicial-penal, por un lado, y en la Policía, por el otro. Así que es importante que los futuros funcionarios puedan tomar contacto lo antes posible”.