La Cámara Nacional del Trabajo confirmó este lunes la condena impuesta a Racing Club por despedir sin causa a un preparador físico del plantel superior de fútbol antes de que venciera el término que se había estipulado en un contrato a plazo fijo.
La Cámara Nacional del Trabajo confirmó este lunes la condena impuesta a Racing Club por despedir sin causa a un preparador físico del plantel superior de fútbol antes de que venciera el término que se había estipulado en un contrato a plazo fijo.
Se trata de Santiago Ariel Molinari, quien integró el equipo de trabajo del director técnico Facundo Sava, tres años atrás.
Molinari ingresó a trabajar con el primer equipo de la "Academia” el 4 de enero de 2016, hasta que a fines de agosto de ese año, 10 meses antes de lo acordado, se le notificó que se le rescindía el contrato.
La Sala X de la Cámara coincidió con el fallo de primera instancia que, en abril último, condenó a Racing a pagar una suma que con intereses y costas supera hoy los 4.000.000 de pesos, en concepto de indemnización por antigüedad, multas y daños y perjuicios por la ruptura anticipada del contrato.
Cuando contestó la demanda, Racing Club Asociación Civil sostuvo que se trataba de un contrato de trabajo de grupo o por equipo y que la rescisión de ese convenio alcanzaba a todos sus integrantes.
Pero los jueces destacaron que la institución no acompañó copias de ese contrato y sí hubo, en cambio, convenios y salarios individuales con quienes colaboraban con Sava.
“Estamos en presencia, en consecuencia, de un despido directo sin invocación de causa, decidido por la demandada con fecha 23/8/16, y notificado mediante pieza postal”, consignó el fallo de primera instancia, luego ratificado por la Sala X de la Cámara.
El tribunal de segunda instancia consideró que la entidad deportiva no depósito los aportes previsionales retenidos al preparador físico, ni entregó los certificados de trabajo ni certificaciones de servicio que se deben al dependiente cuando finaliza el vínculo laboral.
Los camaristas Gregorio Corach y Daniel Stortini precisaron también que el vínculo entre Molinari y Racing Club no estaba regido por el convenio de los directores técnicos de fútbol (como pretendía la entidad) sino por el de los preparadores físicos.
Frente a los 65.000 pesos que ofreció pagar la demandada (equivalentes a dos meses de sueldo –reducido-, según su criterio), la condena fue por “un total adeudado al actor de 2.331.079,88 pesos con más los intereses que se calculen desde la exigibilidad de cada crédito y hasta su cancelación definitiva”.