1°C más en 60 años: así impacta el cambio climático en Santa Fe
El dato surge de una investigación que realizaron científicos del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático, que funciona en la ciudad. Estiman que seguirá aumentando en las próximas décadas de continuar las emisiones de gases de efecto invernadero como hasta el presente.
Manuel Fabatía En la imagen, la Doctora en Ciencias de la Atmósfera y Directora del Cevarcam, Gabriela Müller, muestra un video de la NASA (donde trabajó un año) que advierte sobre el calentamiento a nivel global de los últimos 4 años.
“El cambio viene, les guste o no”, fue el cierre del desafiante discurso que dio hace una semana Greta Thunberg, la joven activista sueca, líder del movimiento juvenil contra la crisis climática, ante los líderes mundiales que participaron de la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York. “¿Cómo se atreven?”, los interpeló, y los acusó de traicionar a su generación con su inacción.
En pocas palabras, además de la atmósfera, los océanos se están calentando, el hielo de los polos y los glaciares se están derritiendo por la actividad humana y estos cambios tienen implicancias para casi todos los seres vivos del planeta. Incluso, se advierte que a futuro hay 16 ciudades —entre ellas Buenos Aires, Lima, Londres y Nueva York— que estarían en riesgo a finales de siglo por el aumento del nivel del mar, si continúan las altas emisiones como en la actualidad.
Pero, ¿qué pasa en Santa Fe? ¿Cuál es el impacto del cambio climático? A la respuesta la tienen los científicos del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (Cevarcam) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), liderados por la Dra. Gabriela Müller. Una reciente investigación que realizaron arrojó que en la ciudad de Santa Fe, la temperatura media anual aumentó 1ºC desde 1960 a la actualidad, es decir, en los últimos 60 años. Pasó de 18,5 a 19,5°C; incremento que en promedio fue de la misma magnitud para toda la provincia desde comienzos del siglo XX (ver gráfico N° 1). “Mientras que la temperatura del planeta ha aumentado 1° en 150 años, Santa Fe alcanza ese valor en tan sólo las últimas seis décadas”, advierte la directora de Cevarcam.
Para quien no está en el tema, un grado más puede resultar insignificante, pero para los especialistas es alarmante. Y tienen argumentos científicos para explicar por qué, luego de analizar los datos de lluvias y temperaturas del último siglo en la región. Como consecuencia de este aumento de la temperatura promedio, “se magnifican los eventos climáticos extremos”, explicó la Dra. Müller, doctora en Ciencias de la Atmósfera. Y los ciudadanos ya son testigos de esos eventos. “Es que un grado de temperatura en promedio equivale a una considerable cantidad extra de energía que la atmósfera debe usar en los procesos que en ella tienen lugar. La consecuencia es que los eventos meteorológicos extremos se ven exacerbados, como bien lo demuestran las observaciones”, aseguró.
Para nuestra región, ejemplos de ello son la intensificación de las lluvias, la mayor frecuencia de inundaciones, recurrencia de sequías más prolongadas, una mayor duración de olas de calor, etc. Ese es el impacto del cambio climático como consecuencia del calentamiento regional. Pero no es el único. A nivel mundial, se observan en el aumento del nivel del mar el derretimiento de los glaciares, la abrupta disminución de las capas de hielo de la Antártica y Groenlandia, entre muchos otros impactos del calentamiento global. “Esto no es nuevo, viene ocurriendo desde hace varias décadas, sólo que se observa una aceleración de los impactos del cambio climático en los últimos años”, explicó.
La investigación arrojó como otro resultado que el cambio también se observa en la precipitación total anual, donde se muestra un sostenido incremento a partir de principios del siglo XX (ver Gráfico N° 2), pasando de valores medios de 950 mm hasta el año 1960, a valores medios de 1050 mm entre 1970 y 2017 (lo que significa un aumento del 10% en la precipitación media de esos períodos). La estación que muestra los mayores cambios es el verano, con aumentos superiores a 100 mm, mientras que en invierno se aprecia una leve disminución de la precipitación en los últimos años.
Infografías - El Litoral
Más días cálidos, menos días fríos y más lluvias
Los extremos climáticos de temperatura mostraron una notable y significativa tendencia hacia condiciones más cálidas, asevera el grupo científico de Cevarcam. Hubo un marcado aumento en la frecuencia de ocurrencia de días y noches cálidas, y una significativa disminución de días y noches frías (ver Gráfico N° 3), con una disminución notoria de los eventos de heladas. Consistentemente, aumentaron la duración e intensidad de las olas de calor y disminuyeron la duración e intensidad de las olas de frío.
Por otra parte, se observó un aumento en la frecuencia y magnitud de los eventos de lluvias intensas en toda la provincia. En las regiones norte y centro, la precipitación anual aumentó el 15% desde la década de 1960 en comparación con la primera mitad del siglo XX, aunque las tendencias crecientes parecen haberse estabilizado a partir de 1990. También se incrementaron las tormentas de gran intensidad concentradas en períodos cortos a partir de las últimas décadas, superando muchas de ellas los 150 mm diarios. A partir de 1970 se registraron eventos de más de 200 mm con mayor frecuencia. Estos eventos extremos muestran también una gran variabilidad interanual, intercalándose a esos máximos años con escasa precipitación.
Hubo un marcado aumento en la frecuencia de ocurrencia de días y noches cálidas, y una significativa disminución de días y noches frías.
El índice simple de intensidad diaria (SDII, por su sigla en inglés), definido como el cociente entre la lluvia anual y los días con precipitación, también presentó una tendencia claramente positiva. En contraposición, la ocurrencia de días secos consecutivos ha aumentado en las últimas décadas de manera significativa en el norte de la provincia y con menor significancia en el centro.
En las regiones centro-sur y sur se registró un aumento de la precipitación anual, y las lluvias intensas mostraron tendencias crecientes hasta la actualidad. De continuar estas tendencias —advierten los científicos—, podrían provocar en los próximos años un incremento aún mayor de lluvias intensas de gran magnitud, dando lugar a excesos hídricos frecuentes en toda la provincia. Además, se producirían déficits estacionales con mayor frecuencia, principalmente en el norte.
Nasa.
Conclusión
La evidencia científica permite concluir que “la variabilidad climática sumada al cambio climático observado demandan la adaptación a las nuevas condiciones climáticas”. Por tanto, recomiendan que “las medidas de adaptación deben ser implementadas en todos los órdenes para garantizar el desarrollo sostenible mediante el compromiso individual y colectivo”.
Mitigar las consecuencias para evitar las peores catástrofes naturales está, principalmente, en manos de los tomadores de decisiones del mundo entero; pero cada ciudadano, desde el lugar que ocupe en la sociedad, puede contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Para nuestra región, ejemplos de eventos meteorológicos exacerbados son la intensificación de las lluvias, la mayor frecuencia de inundaciones, recurrencia de sequías más prolongadas, una mayor duración de olas de calor, etc. Ese es el impacto del cambio climático como consecuencia del calentamiento regional.
Lo que dejó la Cumbre de NY
La directora de Cevarcam, Gabriela Müller, siguió de cerca todo lo que sucedió en Nueva York, en la Cumbre de Acción Climática que organizó Naciones Unidas.
En términos generales, el encuentro buscaba ratificar las decisiones del acuerdo de París de 2015, que fue firmado por 195 países con el compromiso de reducir las emisiones de dióxido de carbono en forma significativa, para que en 2050 llegasen a cero. Sólo lo firmaron unos 70 países. “Pasaron casi 5 años de ese acuerdo y las emisiones han aumentado; se han medido las más altas de todos los tiempos, la temperatura en los últimos 4 años ha aumentado, han sido los 4 años más cálidos de la historia. Lo que se ve es que los países no están cumpliendo con sus compromisos, y los que más emiten gases de efecto invernadero como dióxido de carbono amenazan con retirarse del acuerdo de París, como EE.UU.”, dijo.
De todos modos, para Müller la Cumbre fue “igualmente positiva”, porque si bien ratificaron el acuerdo de 2015 menos países, “si 70 países realmente hacen su parte, eso es mucho más que 195 no cumplan lo acordado previamente en París”, opinó.
Por otro lado, valoró la presión que están ejerciendo los jóvenes, liderados por Greta: “Es fundamental, en este momento ellos son los que realmente están ejerciendo presión sobre los líderes mundiales, y eso es muy positivo, porque hace 30 años que los científicos están hablando del cambio climático, de sus consecuencias, y no se ha avanzado mucho en lograr acciones concretas. Pero los jóvenes, concientes de que van a tener que lidiar con todo este gran problema que les estamos dejando, tienen el derecho de exigir que se haga algo. Y me parece muy importante el papel que están jugando”.
Perfil
Gabriela Müller es doctora en Ciencias de la Atmósfera de la UBA, con posgrados en la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y en el Instituto Goddard de Nasa (Estados Unidos). Es Investigadora Independiente del Conicet. Desde 2017 se desempeña como directora del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climáticos (Cevarcam) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral. Su área de actuación es la variabilidad y el cambio climático.
Equipo
El grupo de investigadores del Cevarcam que realizó la investigación está compuesto por Gabriela Müller, Miguel Lovino, Leandro Sgroi y Omar Müller, junto a Hugo Berbery del Earth System Science Interdisciplinary Center/Cooperative Institute for Climate and Satellites-Maryland, University of Maryland, United States.