Madreluz (dúo integrado por Ana Suñé y Elina Goldsack) presenta su trabajo discográfico “Silvestre Flor” editado en formato físico con una estética cuidada hasta en el más mínimo detalle. El disco, que reúne temas de composición propia y versiones de canciones argentinas y latinoamericanas, se dará a conocer públicamente con un show: será este sábado desde las 21 en el Cine Auditorio ATE (San Luis 2854), con entrada libre y gratuita.
En la previa se abrieron ante El Litoral para repasar el devenir de este proceso que se proyecta hacia el futuro.
—¿Cómo fue el proceso de gestación de “Silvestre Flor”?
Ana: —Un disco te posiciona fuertemente, es casi como el “documento de identidad” en el ámbito de la música. Y es una maravilla poder hacerlo. Pero es importante darse un tiempo. Ahora con las facilidades tecnológicas se graban discos de proyectos individuales o grupales casi sin recorrido, sin la madurez que requiere toda obra de arte antes de ser presentada...
Con Madreluz llevábamos más de seis años de existencia, dando recitales con bastante frecuencia, veníamos de realizar giras por distintas ciudades de Santa Fe, y de otras provincias argentinas, habíamos viajado a tocar a Montevideo varias veces, fuimos premiadas en distintas convocatorias de fomento cultural a las que nos habíamos presentado, etc, y nos pareció que ya atesorábamos un interesante recorrido como para dejar testimonio de nuestro andar por la música.
Además siempre que nos presentábamos nos pedían el disco y no lo teníamos... fijate que, aunque no lo parezca, el disco físico aún guarda adeptos. Es como el libro de papel si querés, ¡cuántos vaticinaron su desaparición!
—Apostaron a una edición en formato físico y a la belleza del objeto discográfico en una era de transformaciones digitales. ¿Qué las motivó a esta jugada?
Ana: —Siempre hemos pensado la música enhebrada con otras expresiones del arte: plástica, danza, teatro, cine... Nuestros recitales buscan dar lugar a otras expresiones en convivencia con el universo sonoro. El disco es, en soporte físico, un modo material de manifestar como entendemos ese tejido sensible que nos involucra a nosotras desde la música con otres artistes, en este caso con Ana Laura Jacob Pasgall (diseño) y Ana Paula Ocampo (fotografía).
—Dedican este material a “tantas mujeres que luchan día a día por lo que creen”. ¿En qué referentes piensan, o con cuáles se sienten identificadas (sean conocidas o anónimas)?
Elina: —Pensamos muy fuertemente en nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, también en las madres solas que sostienen a sus hijos en la ausencia total del padre, en las mujeres solidarias que ayudan a los más débiles, en mujeres sufridas que no han podido desarrollarse por sometimiento o falta de recursos o mandatos sociales...
—Combinan canciones propias con versiones de otros autores. ¿Cómo se retroalimenta la composición con el rol de intérprete?
Ana: —Madreluz entiende que, de algún modo, al versionar esa canción de otre que tanto nos gusta, con audacia y mucho respeto a la vez, se aporta la propia huella creativa que es también un modo sutil de la composición. Se compone un arreglo vocal, un sonido instrumental, una manera de decir el texto, etc. Por otro lado, todo lo que nosotras somos en lo musical está nutrido por la música de otres que venimos escuchando desde siempre. Es nuestra “lengua madre musical”. Esa magia que tienen las canciones de poder ser parte de un tiempo y un espacio siendo de otros tiempos y otros espacios... Es un lugar que se actualiza en sí mismo cada vez que la “autoría” se desdibuja para dar lugar y contenido a la emoción de quien se apropia y transita por allí.
—¿Cómo eligieron qué canciones iban a estar en el disco? ¿Hubo alguna especie de balance entre géneros y autoría o salió espontáneamente?
Ana: —Madreluz es un proyecto de “canción urbana” por eso el repertorio son canciones que nacen o nacieron en la ciudad con sus diversidades y entretejidos, también con las resonancias sociales y sus problemáticas actuales o siempre vigentes.
El disco “Silvestre Flor” reúne básicamente el repertorio que veníamos tocando, y tres canciones recientemente incorporadas (“Será que la canción llegó hasta el sol” de Luis Alberto Spinetta, “Coplas de cielo y río” de Carlos Aguirre y “Necesitaría” de Jorge Fandermole) Algunas canciones que venimos versionando quedaron afuera porque nos pareció que diez tracks estaban bien para un público cada vez más tomado por las vorágines del cotidiano existir... Quisimos que hubiera un “muestreo” de canciones de autores que admiramos, no fue fácil elegir qué canción versionar de esos autores. Dos canciones de Spinetta abren (“Maribel”) y cierran (“Será que la canción llegó hasta el sol”) el disco, lo que habla a las claras de la fuerza inspiradora que este gran maestro ha tenido sobre nosotras.
Elina: —En cuanto a los temas propios, las dos canciones de Ana que están en el disco, “Sumale una canción” y “Ni con un Dios te salve”, exponen problemáticas sociales desde una mirada amorosa, procurando una puesta en palabras no banal de temáticas profundas y dolorosas, y fueron grabadas en propuestas colectivas en las que participaron la murga Las Damajuanas de nuestra ciudad (“Sumale...”), las cantantes Myriam Cubelos, Andrea Eletti, Natalia Pérez, Nilda Godoy, Natalia García Cervera, y Patricia Gómez (“Ni con un dios...”); también Natalia Zehnder (acordeón).
—Dicen que el título hace referencia a florecer en la adversidad. ¿Es un poco el emblema de ustedes como artistas independientes?
Elina: —Pensamos en tantas mujeres, la mayoría anónimas, que hacen más bella la vida con sus tareas cotidianas, con su dedicación hacia los demás, sin ostentación ni brillo, humildemente y con dignidad, como esas silvestres flores que nacen sobre las piedras o en condiciones hostiles y sin embargo cumplen su tarea de embellecernos la vida. Y, pensando desde nuestra propia realidad, hay algo de “flor silvestre” en esto de llevar adelante y sostener sin cortes la carrera musical, habiendo además elegido ser madres con todo lo que ese milagro implica, trabajando de otras profesiones para sostener esas familias, tratando de florecer en una sociedad patriarcal donde la mujer artista (en cualquiera de sus variables) se expone a un alto riesgo de fracasos con sus soledades y desafíos...
—¿Cómo será el show de presentación?
Ana: —Lo hemos pensado como un espectáculo ágil, son los diez temas del disco y una canción más que es sorpresa... Contaremos con la presencia en algunos momentos del recital de María Rosa Pfeiffer (actriz), Rosa García (profesora de Historia) y Joselina Martínez (narradora oral). Todo hilvanado por la conducción de Luis Córdoba, querido amigo músico y profesor de Matemáticas. Contamos además con casi todes les musiques invitades que participaron de la grabación del disco, ¡y son muches!
—¿Cómo sigue el recorrido de Madreluz?
Elina: —Tenemos la idea de subir en breve nuestra música a las plataformas virtuales (Spotify, YouTube) Estamos proyectando dos giras para el año que viene, una a Mendoza y Santiago de Chile, otra a Europa (Suiza y España).
También vamos a producir tres videoclips que se van a empezar a gestar con la filmación que se estará realizando el sábado en la presentación del disco, sumándole tomas de estudio y de exteriores.
En cuanto al repertorio queremos incorporar canciones de compositoras contemporáneas: el hecho de que Ana forme parte de Mujertrova (movimiento de cantautoras argentinas y del mundo) abre puertas al descubrimiento de tremendas músicas, con sus canciones bellísimas para versionar y echar a rodar en un futuro muy cercano.