El desafío de las Buenas Prácticas Ganaderas

Es que la baja adopción tecnológica y el deficiente manejo alimenticio, sanitario y reproductivo de los animales, retrasan el desarrollo de la actividad en el norte santafesino.

En el evento se brindó información técnica sobre tecnologías de manejo ganadero y, sobre el final de la jornada, se organizó un panel de experiencias productivas y se realizó una visita al campo experimental del INTA Reconquista. Además, se sumaron firmas comerciales, instituciones y emprendedores a un espacio de exposición que se llamó “Corredor Tecnológico”.

Sobre los objetivos del encuentro, Gustavo Rosatti, coordinador del Área de Investigación en Producción Animal, explicó que “es un espacio que diseñamos para mostrarles a quienes producen el trabajo que realizamos desde la institución. Para este año elegimos centrarnos en la cría con tres temas primordiales como el manejo sanitario, alimenticio y reproductivo”.

Haciendo referencia a las características de la ganadería en el norte de Santa Fe, Rosatti, detalló que el principal problema es el bajo índice de destete. “Aquí la actividad sigue siendo extensiva y muy artesanal. La baja adopción de tecnología hace que los índices productivos sean muy inferiores a la media nacional y provincial. Nuestro desafío es acrecentar el porcentaje de destete. Este tema se trabaja hace mucho tiempo, pero cuesta que el productor ganadero genere cambios culturales en las formas de manejo”.

Las condiciones agroecológicas del ambiente, imposibilitan el incremento de la productividad sin manejo tecnológico. En este sentido, Rosatti destacó “la cría es la principal actividad que se puede realizar. El ambiente limita los recursos forrajeros por lo cual, sin tecnologías aplicadas en la alimentación de las vacas y terneros, y el en el manejo reproductivo y sanitario, difícilmente logremos porcentajes de destete mejores que los actuales y que nos acerquen a la media provincial”.

En la actualidad, el porcentaje de preñez nacional promedio es de 62,5%. En Santa Fe es 60%. En los cuatro departamentos de influencia de la Experimental Reconquista, los mejores establecimientos están 10 puntos porcentuales por debajo. Aumentando un 15% el índice de preñez, permitiría incrementar un 30% la producción de carne vacuna.

En la ganadería hay tres puntos donde enfocar la producción: la carga de vientres, la crianza del ternero y el porcentaje de preñez.

La importancia del manejo sanitario

En concordancia con Rosatti, el médico veterinario Sergio Crudeli destacó que en ganadería hay cuatro pilares que son fundamentales: nutrición, reproducción, alimentación y sanidad. El último es uno de los factores más determinantes para mejorar la productividad y al que menos importancia se le otorga a pesar que representa solo entre un 2 y 4% del costo de la producción total de un animal.

De acuerdo a los datos de la Cámara Argentina de Productos Veterinarios, solo un 46% de los establecimientos ganaderos vacuna contra carbunclo y un 25% vacuna contra enfermedades reproductivas. “A nivel regional, solo el 8% de los productores hacen revisar los toros y menos del 10% hacen tacto. Son pequeñas prácticas, que demuestran que no estamos haciendo lo que necesitamos para tener una ganadería fuerte”, destaca Crudeli.

“La sanidad afecta de manera directa la producción por lo que su control es el método más eficiente y rápido para aumentar los rendimientos. Son varias las enfermedades que influyen sobre la eficiencia productiva de los rodeos de cría. Algunas de carácter general, como las enfermedades carenciales, tóxicas o parasitarias. Otras afectan específicamente la reproducción, sea disminuyendo la fertilidad o provocando abortos”.

En este sentido, recomendó armar un plan sanitario que sea único para cada establecimiento. “Es fundamental entender que no existen recetas. Debe armarse un plan sanitario en base al historial de cada establecimiento y tenga en cuenta las enfermedades más comunes, las emergentes y las reemergentes. Su elaboración debe ser conjunta: el productor, los empleados y el médico veterinario. Cada plan debe contemplar las características productivas, la ubicación geográfica, el manejo que se hace los animales teniendo en cuenta el costo beneficio de su implementación”.

Otra clave: la alimentación

El doctor Osvaldo Balbuena, de INTA Colonia Benítez, desarrolló la alimentación de la vaca de cría. “El consumo anual de energía de una vaca que permanece vacía y por lo tanto improductiva, representa un 64% del consumo de una vaca que desteta un ternero por año. La mayor parte de la cría tiene como base al pastizal natural que provee variable en cantidad y calidad a lo largo del año”, detalla.

“Los requerimientos nutricionales de la vaca de cría son variables de acuerdo a la etapa productiva: ternero al pie, preñada, seca. El ajuste entre la oferta y requerimientos de nutrientes del pastizal y de la vaca es una de las estrategias más recomendadas y más económicas. Sin embargo, esta estrategia requiere de una secuencia de técnicas que deben ser aplicadas, tales como el estacionamiento de servicio, destete de fin de verano otoño, ajuste de carga animal”, menciona el especialista.