El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, dijo que el principal problema para el sector productivo argentino actual es la tasa de interés que vuelve muy difícil cualquier actividad productiva, admitió que la inflación y la caída del consumo interno afecta muy fuerte al mercado doméstico, destacó la política de diálogo permanente del gobierno con las empresas y culpó de la situación al resultado de las Paso de agosto, alegando que se invertirá en caso que el oficialismo consiga llegar al balotaje en las elecciones del próximo domingo.
“Desde abril del año pasado entramos en un proceso recesivo fuerte. Para finales de julio habíamos empezado a tener algunos indicadores positivos que al menos nos daban la presunción de que estábamos saliendo de esta larga y lenta recesión a la que habíamos entrado. Lamentablemente el resultado de las Paso cambiaron muy fuertemente las condiciones económicas y agravaron la situación. Esa meseta en la que parecíamos estar ingresando se convirtió en una caída”, dijo en una entrevista a El Litoral antes de dialogar con referentes santafesinos del sector productivo, en la sede de la Unión Industrial de Santa Fe.
“Lo que estamos recibiendo es que por un lado el agro y la cadena del agro se esta recuperando de la sequía del año pasado y transformándose en un motor para otros sectores. Ahora, los otros rubros vinculados al mercado interno y al consumo son los que están mas afectados. La cuestión principal es la tasa de interés, que está ahogando la actividad porque el tipo de cambio ha puesto a muchas empresas muy competitivas. Estamos viendo que las que tienen capacidad de financiarse por afuera del sector mas tradicional están empezando a tener buenas exportaciones. Pero no pueden tener un impacto mas fuerte porque la tasa de interés ahoga cualquier proceso productivo”, explicó Sica.
-Usted hablará en un lugar que integran mayoritariamente empresas pymes, que es uno de los sectores más afectados por la tasa de interés pero también por la caída del poder adquisitivo y la inflación.
-Es una tenaza. Por un lado hay un agobio por la tasa de interés que genera que se esté perdiendo capital de trabajo. Nosotros somos todavía un mercado de capitales extrabancario muy chico en comparación con otros países. Los préstamos representaban entre el 13 y 14 por ciento del PBI y llegamos a tener menos del 10. Y también la incertidumbre con respecto a cuanto va a estar el tipo de cambio con el proceso electoral hace que todo el mundo cuide su caja que significa alargar los plazos de pago, con la liquidez compran dólares. El otro brazo de la tenaza es la caída del consumo. Veníamos de dos meses de recuperación del salario real. Junio y julio habían sido buenos meses de ventas de electrodomésticos, pero en agosto y setiembre nuevamente se frenó.
-¿Como imagina una salida de esta situación donde estamos en una recesión con inflación?
-Nosotros primero hemos tomado medidas en el corto plazo tratando de morigerar todos los impactos de la crisis. En el marco de un proceso electoral teníamos que preservar un bien casi supremo para este proceso, que es la estabilidad. Tomamos medidas que incluso van contra nuestro ADN económico como el control de capitales y el reperfilamiento de la deuda que nos permitieron transitar con estabilidad este proceso electoral. Tenemos muchas expectativas en el día domingo, estamos convencidos que la ciudadanía nos va a acompañar y vamos a ir al balotaje. Recuperar la confianza, que es recuperar el crédito, nos va a permitir acelerar los procesos de recomposición y mejora para volver a las condiciones que veníamos alcanzando antes de la Paso.