Ayer, apenas instantes después de finalizado el partido entre Boca y River, los jugadores del Millonario se juntaron en el medio de la Bombonera para festejar la clasificación. Hasta ahí nada fuera de lo común. Hasta que se vio un «intruso»: un empleado de seguridad privada, mezclado entre los futbolistas, abrazando a Matías Suárez y Lucas Pratto.
La situación llamó la atención y enseguida repercutió en las redes sociales, donde se hicieron eco. Las consecuencias para el hombre en cuestión no tardaron en llegar y fueron más que negativas para su futuro laboral.
La empresa PCP decidió echar al empleado tras los hechos que se vieron incluso en la transmisión oficial.
Con información de TyC Sports