Un automóvil fue incendiado por un “quemachoches” durante la madrugada de este sábado en las calles de barrio Schneider y todo pudo terminar en una tragedia cuando explotó el tubo de GNC del vehículo.
Un vecino de Martín Zapata al 3800 contó como el tubo de gas del auto que estalló pasó sobre su cabeza. Tres policías resultaron lesionados.
Un automóvil fue incendiado por un “quemachoches” durante la madrugada de este sábado en las calles de barrio Schneider y todo pudo terminar en una tragedia cuando explotó el tubo de GNC del vehículo.
Según pudo saberse, el incidente se desató entre la 1 y la 1.30. “Yo me terminaba de bañar y me acosté en la cama para ver boxeo por televisión”, recordó Juan Nabte, vecino de la cuadra de calle Martín Zapata al 3800.
“Me estaba entredurmiendo -siguió- cuando me sobresaltó un estruendo. En esa esquina siempre hay accidentes de tránsito. Es lo primero que se me ocurrió, que habían chocado. Cuando me levanto y veo por el ventiluz de la puerta observo que de la luneta trasera del auto estacionado frente a mi casa salía una llamarada impresionante. Desesperado, me cambié como pude y salí disparando”.
Él sabía que ese Fiat Uno, que era de otro joven que se domicilia a pocos metros, tenía un equipo de GNC.
Se alejó y le gritó a los demás vecinos que también se aparten, por el riesgo que había. Luego llamaron a la Central de Emergencias 911.
“Los primeros en llegar fueron unos policías de la Motorizada. Les grité que no se acerquen, pero en segundos se produjo la explosión. A mí me salvó la onda expansiva que me tiró al piso. Ví con claridad como el tanque de gas del auto pasaba por encima de mi cabeza. Cortó los gajos de un árbol como una motosierra y cayó a unos cincuenta metros”, relató el hombre.
Por otra parte, contó que la explosión hizo un daño bárbaro en las viviendas. “Destrozó vidrios de toda la cuadra. En mi casa, tiró la cama, que estaba en el centro de la habitación, contra la venta; hizo girar la heladera; rompió el cielorraso. Tuvimos mucha suerte de que nadie haya muerto”, aseguró.
“Queremos qué saber qué pasó y quién se va a hacer cargo de los daños que sufrimos todos los vecinos”, concluyó.
Como resultado de la detonación, tres suboficiales (una joven de 25 años y dos hombres de 27 y 30) sufrieron lesiones. Afortunadamente, sólo fueron de carácter leve, según pudieron determinar los médicos del Hospital Cullen.
Peritos de la Policía Científica examinaron la escena del hecho en busca de pistas que permitan reconstruir lo ocurrido, pero no trascendieron mayores detalles sobre la investigación.