Pablo Rodríguez
Los trabajos de refuncionalización de la traza avanzan a buen ritmo y se espera que en pocos días vuelva a estar habilitada al tránsito. Es una de las rutas más importantes del país que une Buenos Aires con Mendoza. Permanece cortada desde febrero del 2017. Para que no vuelva a colapsar, afirman que tiene que descender cerca de 5 metros tomando como referencia la cota actual de 103,5.
Pablo Rodríguez
Cuando parecía casi imposible de suceder, el agua un día cedió. No fue necesario cambiar la traza como se había pensado, sino que hubo que enfrentar la complejidad de la situación entre tres provincias más el respaldo del Gobierno Nacional. De hecho, el bajo registro de lluvias en lo que va del segundo semestre del 2019, fue el respiro con el que toda una región soñaba para volver a tener conectada la parte más “austral” de Santa Fe.
Pero tuvieron que pasar casi 33 meses para que la Ruta Nacional Nº 7 vuelva a asomar a la altura de la laguna La Picasa, en el departamento General López. Ahora se está saneando la calzada, realizando bacheo, se van a reemplazar los tramos de barandas dañados y en los sectores donde no hay estructuras, se están afirmando murallones con “piedra de voladura” para hacer una defensa. Afirman que el estado general de la ruta es muy bueno a pesar de haber estado por mucho tiempo bajo el agua.
Consultado, el gerente de Operaciones y Mantenimiento de la Direccion Nacional de Vialidad, Luis Figliozzi, señaló a El Litoral, que la laguna viene siendo monitoreada permanentemente desde principio de año. Y que al darse la baja pronunciada a partir del segundo semestre, “entramos a evaluar la estructura” y como había quedado, luego de haber estado con un nivel superior a 1,5 metros sobre la calzada durante un año y medio.
Sin arriesgar fecha estimativa, dijo que se cumplió con las evaluaciones y esperaron el tiempo necesario para que el agua drenara de la estructura que estaba totalmente saturada de agua: “En septiembre se limpió, porque el oleaje había removido todo el material de protección. Luego se reacomodó toda la primera ‘piedra de voladura’ que se había colocado para proteger los taludes. Después se hicieron tareas de bacheo y en este momento se está terminando con el calzado de las banquinas”, detalló.
Aun hoy, se están recolocando las defensas metálicas (guard rail), evaluando prácticamente poste por poste y en sectores donde el agua arrasó con las estructuras, se están colocando nuevas. En total, son más de 5 mil metros de baranda nueva. “Depende el sector, tenemos rendimientos de colocación de 200 metros por día y a veces nos baja a 10 o 15 metros por jornada”, contó.
El funcionario, sostuvo que simultáneamente, se “están haciendo tareas de pintura, horizontal y vertical”. Asimismo, reconoció que dada la estructura que tiene la calzada -que es totalmente segmentada- y la protección de piedra de primera voladura de gran tamaño, se dificulta mucho la hinca de los postes de la defensa. “Entonces los requerimientos de colocación son los que varían notablemente. También las lluvias nos demoraron”, aclaró Figliozzi.
“Esperamos habilitarla lo más rápido posible siguió-. No quiero poner fecha porque dependemos de los rendimientos de la colocación de defensas. Estamos atravesando un bajo que es una laguna. Hay sectores en la parte central con profundidad y volumen de agua que tienen un tirante entre 3 y 4 metros”.
Y aclaró: “Primero tenemos que garantizar la seguridad. Estamos haciendo todas las cosas con las prudencias del caso. La habilitación va a ser controlada, con móviles de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y a velocidad asistida, las 24 horas para todo tipo de tránsito. La seguridad vial se garantiza con que estén todas las estructuras de contención colocadas como corresponde. Espero que lo que paso no se vuelva a repetir”.
1100 kilómetros
El intendente de Rufino, Natalio Lattanzi, fue uno de los tantos gestores que tuvo la recuperación de esta ruta. Agradeció al presidente Mauricio Macri, quien a inicios de septiembre, se comprometió a destrabar inmediatamente la situación si las condiciones estaban dadas para el tránsito vehicular y la seguridad vial.
“Es un hecho y una alegría. Hace dos años que insisto con el tema del agua que era un impedimento al estar la cota alta. Necesitábamos que baje 1 metro o 1,10 que es la altura que tienen las olas cuando hay vientos huracanados”, graficó. Luego, aseveró que La Picasa se encuentra a 1,25 metros (está a 103,55 la cota de la laguna sobre el nivel del mar), mientras que en enero de 2016 era de 104.
“Hoy tenemos una situación climática normal y una laguna que este medio metro mas abajo. Hay avances que tienen que ver con que después de 12 años se reunieron Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y la Nación. Significa que ahora se van a poder unir 1100 kilómetros de ruta reparando esos 10 inundados, que comprimían las rutas 33 y 8. Nos vuelve a conectar económica y socialmente, hasta incluso se van a recuperar fuentes de trabajo”, remarcó.
Buenas perspectivas
Por su parte, el presidente del Comité de Cuenca, Juan Carlos Duhalde, ponderó que el agua haya bajado más de 2,35 metros desde que llegó a su pico máximo y que ahora haya en funcionamiento tres bombas. Es decir, volvió a activarse la Estación de Bombeo Sur (en jurisdicción de Buenos Aires), que estuvo cuatro meses sin operar.
Además, destacó que junto al Gobierno de Santa Fe, se hizo una salida por gravedad de la laguna que permitió drenar agua desde abril hasta ahora en forma ininterrumpida con un promedio de 3,5 metros cúbicos por segundo: “Ahora seguimos trabajando en el tema. Tenemos que bajar una alcantarilla que le permita a la laguna continuar su descenso. Calculamos seguir bajando el nivel por gravedad al menos un metro más”, enfatizó.
Sin embargo, reconoció que hay que gestionar, para evitar cualquier sospecha de que otra vez se vuelva a cortar la ruta. “Tiene que estar en la cota de espera de 98,5; hoy está en 103,5. O sea, debe bajar cerca de 5 metros más”, calculó.
En cuanto al reclamo que se hizo en su momento ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (noviembre del 2017), se lamentó de que aun las autoridades no se hayan expedido formalmente. “El Comité Interjurisdiccional, puede reunirse en noviembre. Aparentemente cuenta Duhalde-, recién ahora Buenos Aires se estaría convenciendo de que la Alternativa Norte no los afecta. Ellos ponían todos palos en la rueda, incluso querían volver a cerrar la obra. Por suerte no ocurrió porque los resultados están a la vista. No hubo casi ingreso de agua”, se explayó.
Finalmente, indicó que están a la espera de reunirse con el gobernador electo, Omar Perotti: “Tenemos contacto con gente de la zona que es cercana a su grupo de trabajo. De cualquier manera, lo conocemos. Fue ministro de la Producción con (Jorge) Obeid. Estuvo en la región, conoce el tema y sabemos que es una persona seria de trabajo”.