En más de veinte años de políticas consistentes y sostenidas, la UNL continúa consolidando su internacionalización integral, fomentando acciones innovadoras en este proceso primordial para la Educación Superior, tanto dentro como fuera de la Universidad y ampliando su horizonte de relacionamiento de la escala regional a la global.
En sintonía, la UNL celebra sus 100 años de historia y analiza las políticas de internacionalización desarrolladas desde hace más de dos décadas para delinear nuevas directrices que le permitan tanto proyectarse al mundo como fortalecer, al interior de la institución, el perfil internacional de sus funciones sustantivas.
Una definición de la internacionalización, concepto en continuo debate y actualización, es la de un proceso en el cual se introduce la dimensión internacional en todos los ámbitos de la universidad: en su cultura y funciones de formación, investigación y extensión, así como también en la proyección de la oferta y las capacidades de la institución en el ámbito internacional. En concordancia, es entendida como un proceso al interior (en casa) y al exterior, que posee como objetivo central mejorar la calidad de la Educación Superior.
En el Plan de Desarrollo Institucional (PDI) 2010-2019, la UNL planteó la internacionalización como un eje rector de sus políticas. Se lo postula como un proceso “integral”, que involucra a todos los actores de la Educación Superior, sean estos responsables de su gestión, profesores o estudiantes, como así también a todos los servicios institucionales tanto los académicos como los de apoyo.
Con vistas a la definición de un nuevo Plan de Desarrollo Institucional, el objetivo es dar continuidad a las acciones destinadas a modernizar y mejorar la calidad institucional en clave internacional, con foco en las funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión. Al mismo tiempo, se asume el desafío de superar una visión tradicional de la internacionalización centrada exclusivamente en la movilidad, ofreciendo una propuesta académica internacional, que sea extensiva a toda la comunidad UNL.
La internacionalización del currículum implica generar estrategias destinadas a preparar a la totalidad de los estudiantes para que puedan adquirir competencias que les permitan desempeñarse en un mercado de trabajo cada vez más globalizado.
Mediante una convocatoria anual, la UNL promueve iniciativas que propongan la internacionalización de espacios curriculares existentes y reconocidos en los planes de estudio de las carreras de grado presenciales, sean obligatorios, electivos u optativos. Allí, se podrá favorecer la difusión y el intercambio del conocimiento disciplinar y de temáticas generales en clave internacional e intercultural, además de generar sensibilidad y conciencia en la comunidad universitaria respecto de las principales problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales de la región y el mundo.
“Buscamos ampliar las capacidades institucionales para que los estudiantes puedan tener otras experiencias de internacionalización que no sean solamente una movilidad al exterior y que los graduados puedan accionar en un mundo globalizado. A su vez, pretendemos brindar herramientas a los grupos de docentes e investigadores para desarrollar estas actividades donde se desempeñan”, indicó el secretario de Desarrollo Institucional e Internacionalización, Pedro Sánchez Izquierdo.
Según expresó Sánchez Izquierdo, la meta es “que la lógica de la internacionalización esté en la cabeza de toda la comunidad universitaria, que los actores se la apropien. Desarrollar esquemas a través de la aplicación de las TICs. Sumar herramientas para problematizar los planes de estudio para que tengan una dimensión internacional desde su concepción”.
Con relación a los desafíos para el próximo decenio, Sánchez Izquierdo adelantó: “Pensamos en una Universidad como agente dinamizadora de la internacionalización del territorio. Existen muchos problemas sociales de nuestras regiones, cuyas soluciones pueden venir de la relación con instituciones de otras latitudes. La UNL tiene un capital internacional que podemos transferir, en pos de una apropiación social. Hay experiencias muy ricas en las que podemos ser nexos con municipios, comunas, entre otras”.
Como otra proyección, Sánchez Izquierdo destacó que en la Universidad “tenemos un déficit
institucional en dictar materias y cursos en idioma extranjero; nuestras carreras no son bilingües. Para esto, tenemos que encarar una tarea de formación docente”.
Finalmente, el secretario reflexionó que uno de los desafíos más difíciles es lograr que todos los actores se involucren en el proceso de internacionalización. En sus palabras, “esto no se puede generar sólo desde una oficina. Si no trabajamos en profundidad con, por ejemplo, los secretarios académicos, las acciones van a ser buenas pero no van a quedar más que en experiencias aisladas. Hay un camino largo por recorrer”.
En los últimos 10 años se han consolidado espacios de formación internacional en la UNL, que constituyen un aporte para superar la visión tradicional de la internacionalización centrada en la movilidad académica.
Entre estos espacios, se destacan la Cátedra Abierta de Estudios Latinoamericanos “José Martí”, la Escuela Internacional de Invierno, el Programa de Competitividad Global para PyMES (GCPyMES), además del dictado de cursos y los exámenes de Español Lengua Extranjera.