“La vinculación tecnológica es una de las áreas nodales que tiene la Universidad y es desde donde podemos llevar, a distintos sectores, todo lo que generamos en la UNL. Es una forma que tenemos los universitarios para que los conocimientos y tecnologías que desarrollamos tengan una apropiación social”. La cita corresponde a la descripción que Javier Lottersberger, secretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNL.
Las actividades de vinculación tecnológica involucran estructuras, políticas y acciones que llevan adelante las universidades para interactuar con otros actores sociales, como empresas, emprendedores, organismos de la sociedad civil o el mismo Estado. Implica siempre procesos
de intercambio y diálogo en el que se combinan todas las funciones universitarias, en pos de transformar realidades, buscando sociedades con mejor calidad de vida, más justas e inclusivas.
“En la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica tenemos cuatro principales líneas de acción desde las que se desprenden la mayor parte de las acciones: transferencia de tecnología; generación de actitud emprendedora y creación de nuevos emprendimientos; inserción de graduados al tejido socio productivo y al Estado; y diseño de proyectos demostrativos de apropiación social”, explicó Lottersberger.
Transferencia de conocimientos
A través de su política de vinculación y transferencia, la UNL pone a disposición de las
empresas, de gobiernos y ONGs; sus capacidades, infraestructura y servicios tecnológicos
altamente especializados. Asimismo, como resultados de sus actividades de investigación y
extensión, se aportan alternativas para la resolución de problemas y opciones para dinamizar procesos locales de innovación. La Secretaría, a través del Cetri Litoral, pone a disposición personal capacitado para promover y acompañar estos procesos y organizar las estructuras y normativas necesarias para lograr una mayor sinergia con otros actores.
Con una amplia oferta tecnológica en diversas áreas científicas, en la Universidad se generan
más de 650 acuerdos por año para la realización de servicios especializados, con más de 2.000 empresas, organismos de gobierno u ONGs.
Además, cuenta con equipos interdisciplinarios para ayudar a empresas a identificar sus
problemas, encontrar equipos científicos que puedan solucionarlos y líneas de financiamiento para llevar adelante las acciones necesarias.
En los últimos 10 años, se han gestionado 65 proyectos de financiamiento para modernización e innovación tecnológica por un total que supera los 469 millones de pesos. La mayoría en conjunto con Pymes locales.
La protección de los resultados de la investigación, a partir de estrategias de propiedad intelectual, es uno de los pilares fundamentales de la transferencia de tecnología. Por este motivo, los conocimientos y tecnologías desarrolladas por investigadores y estudiantes, muchos en conjunto con empresas o instituciones se protegen con diferentes mecanismos de propiedad intelectual, hace más de 20 años.
La UNL, en conjunto con otras empresas e instituciones, ha presentado 186 patentes en 18 países (Argentina, México, Estados Unidos, Sudáfrica, España, Canadá, Gran Bretaña, Australia, China, India, Pakistán, Japón, Alemania, Brasil, Paraguay, Uruguay, Colombia y Bolivia).
En esta línea también se destacan los distintos instrumentos disponibles en la UNL para valorizar los conocimientos y resultados de la investigación y encontrar mejores estrategias de transferencia de los mismos, tales como la convocatoria de capital semilla o las acciones de búsqueda de información tecnológica y de mercado.
Emprendedorismo y nuevas empresas
El trabajo en sostenida vinculación con los distintos actores sociales del territorio llevó a detectar la necesidad de promover la cultura emprendedora y el desarrollo de nuevos emprendimientos productivos, culturales y de base tecnológica; motorizados por integrantes de la comunidad universitaria o no. Para ello se han diseñado y puesto en marcha acciones de formación; asesoramiento y apoyo técnico para emprendedores; organismos para la incubación de empresas; espacios para validación de ideas, el intercambio y la ampliación de redes de contactos; y formulación de proyectos para la obtención de financiamiento.
En las Jornadas internacionales de Jóvenes Emprendedores validan sus ideas y presentan sus modelos de negocios más de 65 emprendimientos de distintos países. Emprendimientos de todo tipo egresan cada años de los Gabinetes para Emprendedores; las incubadoras Idear y Expresiva; y del Parque Tecnológico del Litoral Centro, organismo, este último, que también propone la opción de radicación en su predio.
Asimismo, se promueve la creación de spin off universitarios, emprendimientos en los que los docentes investigadores son parte activa de la oportunidad tecnológica que se genera a partir de los resultados de la investigación y desarrollo producido hacia el interior de la universidad.
Hacer que las cosas pasen
Hasta aquí, el camino recorrido deja un saldo altamente positivo. Recuperar parte del mismo, ofrece claridad para proyectar cómo afrontar los desafíos que tendrá el entorno en los próximos años.
Recientemente el rector de la UNL, Enrique Mammarella, recibió a estudiantes, docentes e investigadores que fueron galardonados en el Premio Innovar, un concurso nacional. En la convocatoria se presentaron casi diez proyectos de la casa de estudios y dos de ellos fueron premiados: uno de estudiantes secundarios y otro de investigadores.
En la oportunidad exhortó a la comunidad universitaria a “no esperar que las cosas pasen”, a proponer proyectos que ofrezcan soluciones a las necesidades locales. “Tenemos que pensar en la transferencia desde el primer día en que empezamos una investigación o un proyecto social. Tenemos el desafío de pensar en la aplicación de los conocimientos desde el primer momento, pensar para quién, quién va a estar del otro lado, a quién le va a cambiar la vida y proyectar planes transdiciplinarios”, sostuvo Mammarella.
“En este sentido, uno de los principales desafíos de la vinculación tecnológica está en que desde los distintos ámbitos podamos generar proyectos de triple impacto: social, económico y ambiental”, agregó Lottersberger, “en esta línea ya estamos trabajando desde el Programa UNLBio en la promoción de proyectos que desde las ciencias de la vida y en conjunto con otras áreas científicas, aporten soluciones con este triple impacto”.
Otro de los retos que desafían a las instituciones de educación superior, principalmente a
docentes y gestores, es la formación de talentos con aptitudes que van mucho más allá de lo
técnico. “Necesitamos graduados especialistas en su área de la ciencia con capacidad para innovar, emprender, crear, trabajar en equipo, sensibles a las necesidades sociales, adaptables al cambio y con amplias competencias interculturales”, señaló.
Principalmente, en tanto universidad hija de la Reforma Universitaria de 1918, se busca que los universitarios puedan proponer soluciones a los cada vez más complejos problemas sociales, innovar para crear valor, para afrontar los desafíos del futuro. Porque el sentido de pertenencia de la UNL con su entorno implica un involucramiento profundo con el territorio, a partir del uso de las capacidades y herramientas disponibles y la creación de las estructuras e instrumentos que sean necesarios.
-1989: Creación de la Oficina de Servicios a Terceros
-1993: Reglamentación en Propiedad intelectual
-1994: puesta en marcha del Cetri Litoral
-1996: Sistema de Pasantías / Aprobación de la Unidad de Vinculación Tecnológica
-2001: Constitución del Parque Tecnológico del Litoral Centro
-2002: Creación del Programa emprendedores
-2006: Creación de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo
-2010: inauguración del Edificio Jorge Sábato, espacio físico, financiado con fondos propios,
desde donde se gestionan parte de las actividades.
-2009: inauguración del Edificio Jorge Sábato
-2018: Reglamentación como Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica