La derrota era cosa juzgada y no había más nada por hacer. De todas maneras, dolió porque Colón no fue superado por Atlético Tucumán, que lo único que hizo fue aprovechar la equivocación de Gastón Díaz en el primer gol y la mano de Leandro Díaz que Jorge Baliño ignoró, para que luego Toledo marque el segundo tanto.
Tras el 2-0 en contra, ya en conferencia de prensa, Pablo Lavallén no tuvo reparos en dar su opinión con respecto a los dos goles : “La verdad es que da mucha bronca irse perdiendo un partido así porque pensábamos que teníamos la posibilidad de ganar este partido. El primer tiempo fue parejo y me quedo con lo que hizo Colón, que intentó un poco más, ellos sólo nos hicieron el gol después de una jugada desafortunada, una ‘pifia’ nuestra cuando faltaba un minuto para terminar el primer tiempo. Después del partido vi una mano casi de básquet en el área en el segundo tanto y eso molesta, porque se viene repitiendo”.
Además, el DT sabalero recordó lo sucedido contra River en el Monumental, cuando Milton Casco golpeó a Wilson Morelo dentro del área y Nicolás Lamolina, juez de ese partido, tampoco cobró nada: “Nos tocó pasar por una patada de karateka en el área chica en la fecha pasada. Da mucha bronca realmente porque con situaciones que terminan determinando el resultado de un partido, no es un lateral mal cobrado. El otro día fue un penal no sancionado y ahora fue una mano que terminó en un gol en nuestra contra”.
El entrenador no se quedó con eso y fue más allá: “Lo de hoy (por este sábado) fue muy grosero. Estoy muy caliente y con bronca porque en dos minutos te quitan la ilusión de poder remontar el partido, después de ver el esfuerzo que hacen los jugadores para jugar cada partido en esta Superliga, sabiendo que para nosotros en este torneo, cada partido es una final”.
“Padecimos errores arbitrales graves y hay que tomar nota para que haya un mayor control. ¿Cómo puede ser que habiendo cuatro árbitros ninguno vio nada?, me parece un poco extraño. Porque el árbitro tiene asistentes”, agregó el entrenador.
Tenés que leerEl Colón "alternativo" fue generoso y Atlético lo aprovechóTambién se refirió a los silbidos e insultos que Lucas Acevedo recibió de parte de la hinchada cada vez que el zaguero central tomaba contacto con al pelota: “Lo de Lucas también me ha pasado a mí y hay que entender a la gente, que cuando no le gusta algo lo primero que hace es silbar e insultar. Tienen todo su derecho. Pero puedo asegurar que si Lucas el sábado le toca entrar en la final y hace un gol le harán un monumento. La gente es así, es pasional, a veces no le gusta un jugador, otras veces no le gusta un técnico, pero esas son situaciones que pueden cambiarse”.
“Me enoja sí que a veces, más allá de evaluar al jugador o al equipo, no hablo de todos, pero siempre hay quienes quieren dar la nota, que no entienden que todos los jugadores salen a la cancha a ganar, no es que salen a hacer las cosas mal a propósito, pero la gran mayoría se fue cantando y alentando. Me quedo con aquellos que vinieron a alentar. Lamentablemente no se pudo ganar y la gente reconoce el trabajo que se hace, que por acá han pasado grandísimos futbolistas que se fueron insultados, y estos chicos que están ahora quizás no sean los top, pero son los únicos que llevaron a Colón a una final. Repito que no son todos, hay un 99 por ciento que aplaudió, alentó, ayudó y reconoció el esfuerzo de un montón de pibes que por ahí no tienen tantos minutos de juego”, manifestó Lavallén.
En cuanto a la desventaja que tiene Colón respecto a otras instituciones con mayor poderío, el DT colonista expresó: “Nosotros aspiramos a ser un equipo importante, quiero decir con muchas competencias, eso hace que tengas muchos partidos que afrontar, mucha carga, muchos kilómetros recorridos, eso a veces genera dificultades porque un club como Colón no está acostumbrado a eso. Ahora se dio, llevamos más de 20 partidos jugados en muy poco tiempo y lógicamente hay cansancio, inconvenientes, y no tenemos un plantel de la jerarquía que tiene River por ejemplo”.
Por último, Lavallén adelantó lo que se vivirá el sábado 9 de noviembre a las 17.30, cuando en La Nueva Olla de Asunción del paraguay, Colón juegue la Final Única de la Copa Sudamericana frente a Independiente del Valle de Ecuador: “Será un partido único y estamos enfocados en eso. Tenemos que entregar todo, la vida, porque puede ser el partido que cambie la historia; de ser campeón o no. Pasaron muchos años para que se produzca y sabemos que llegó el momento, ya no hay excusas. Después veremos qué pasa. Estamos ante algo histórico, ya estamos en la semana y los jugadores lo saben. Haremos todo para traerle el título a la gente”.
La importancia de las inferiores
Teniendo en cuenta el elenco presentado contra Atlético Tucumán, Pablo Lavallén se refirió a la cantidad de jugadores nacidos en las canteras de la entidad: “Creo que los proyectos de un club se basan desde lo que puedan proyectar en su inferiores. Si en un club hay muchos futbolistas de divisiones inferiores que tienen posibilidades de jugar en primera, que se puedan vender y que así ingresen recursos genuinos, se va por buen camino. Si permanentemente hay que comprar, no se va a generar nunca la posibilidad de autofinanciarse. Me parece que no se trata de eso. Que juegue Chicco, Farioli, Pierotti, Zurbriggen, Farías, me parece que más allá del resultado, hay que ver que hay chicos que tienen potencial, que hay que llevarlos de a poco. Soy un convencido de que este debería ser el proyecto de todos los clubes argentinos, hoy son muy pocos los que pueden autosustentarse con los ingresos genuinos”.
“A Paraguay vamos a llevar 23 jugadores. Es decir dos equipos completos, y los que estuvieron este partido tendrán muchas chance de ir también”. Pablo Lavallén, director técnico de Colón