Pablo Lavallén habló en conferencia, dijo que Independiente es un equipo más aceitado futbolísticamente pero que Colón le iba a contraponer garra y corazón. Cuando le preguntaron de quién le gustaría tener el teléfono para llamarlo, dijo que “no tengo su teléfono, pero es alguien al que recurro habitualmente y no me va a fallar”, seguramente en clara alusión a sus inclinaciones religiosas.
“Somos unos privilegiados de tener la oportunidad de sacar campeón por primera vez a este club. Nosotros debemos darle las herramientas a los jugadores para que puedan ganar. Y lo vivimos como una fiesta”.
“Es una final única en el extranjero, pero para nosotros es como jugar en Santa Fe. Y en Santa Fe hicimos nuestros mejores partidos”.
“Europa tiene el tamaño de toda la Argentina y a nosotros nos tocó ir a Venezuela y tardamos 25 horas de viaje. Allá, en Europa, se puede jugar miércoles y domingo. Acá es difícil por lo que acaba de decir. Me parece que es justo que se juegue a un solo partido”.
“De Independiente vimos los partidos de la Copa y también vimos partidos de su torneo. Tiene fortalezas y debilidades. Son rápidos arriba, Pellerano es una figura preponderante y tienen más experiencia que nosotros, porque ellos jugaron hace algunos años una final de Libertadores”.
“Es el partido más importante de mi carrera como entrenador, el más importante de la historia del club y el más importante de muchos futbolistas que no han tenido la posibilidad de ser campeones”.
“Este partido tiene un condimento emocional muy importante. Este es un equipo que ha demostrado que superó las adversidades con el corazón, la garra y la personalidad. Independiente se caracteriza por un estilo más aceitado que el nuestro y nosotros tenemos más la parte emocional”.
“Uno, Independiente, va a jugar desde la tenencia de la pelota y nosotros vamos a jugar con ese extra que es lo actitudinal, más que lo técnico y lo estratégico”.
“Ser campeón no es fácil, yo jugué 17 años al fútbol y sólo gané cuatro títulos. A Colón le llevó toda su vida poder jugar una final. Es un partido único. Los jugadores saben que si alguno está resentido o dolorido, hay que infiltrarse y poner en riesgo su propio físico para jugar el partido. Es un partido así. Para nosotros es jugar la final de un Mundial. Por eso dije que es un partido en el que no hay mañana. Obvio que es una frase hecha, porque después de mañana seguirá la Superliga y seguirá la vida, pero sabemos que es el partido que la gente esperó toda su vida”.
“Es un partido en el que no hay que resignar ni tampoco guardarse nada”.
“Independiente tiene un trabajo de estilo europeo llevado a cabo con jugadores de estas latitudes. Hay movimientos que son fáciles de identificar, como que son más europeos que sudamericanos. Todos los estilos tienen sus fortalezas y debilidades. Las vimos en Independiente, como Independiente vio las nuestras”.
“En Argentina hay entrenadores que tienen la misma formación que Miguel Ramírez. Y nosotros enfrentamos a esa clase de entrenadores”.
“Muchas veces, ellos juegan con el objetivo de generar espacios para aprovechar la velocidad de sus delanteros. Eso lo sabemos. Tenemos que tratar de incomodarlos y desorientarlos”.
“Al fútbol lo ejecutan personas y esas personas tienen que tener cabeza y amor propio. Eso es lo que más ha cambiado en Colón desde que nos hicimos cargo en marzo. El jugador se dio cuenta de que es valioso, que puede jugar bien y que no puede negociar entrega, amor propio, garra y corazón”.
“No me han tocado jugar muchas finales, pero se juegan con otras cosas además de fútbol. Independiente es un buen equipo y a nosotros nadie nos regaló nada. Por eso, si estamos en la final, es por mérito propio. La mayoría de los que van a estar en el campo, saben jugar. Y sólo digo que mis jugadores tienen el corazón muy grande”.