Un ladrón solitario ingresó la semana pasada a una clínica privada de barrio Candioti Sur y se llevó un teléfono celular que estaba apoyado sobre el escritorio de la recepción. El oportunista aprovechó un momento en que la secretaria se encontraba en otra habitación para tomar el aparato y retirarse del lugar.
La maniobra duró apenas 20 segundos, según registraron las cámaras de seguridad del edificio, ubicado a dos cuadras de la Cervecería. Puede verse la llegada de un joven de bermudas y remera claras, en una moto tipo Honda Wave negra con asiento rojo, que quedó estacionada en la calle. Para su fortuna, la puerta de acceso a la clínica se encontraba abierta porque justo en ese momento estaban realizando el mantenimiento del circuito cerrado de video y había una persona trabajando en la entrada, que incluso saludó al desconocido.
Una vez adentro, al encontrarse con la recepción vacía, el delincuente no vaciló y tomó con su mano izquierda el teléfono -un Samsung Galaxy J-5 Prime, con frente blanco, lomo dorado y funda transparente- que colocó en el bolsillo y salió a paso ligero.
El hecho se registró a las 11.40 del jueves 7 de noviembre y fue denunciado por la damnificada ante la Seccional 3ra. Esa mañana “estaba trabajando personal de la clínica y además estaban reparando las cámaras del exterior, por eso las puertas estaban abiertas”, contó Verónica, la damnificada.
“Yo estaba en la habitación de al lado y el chico de la cámara me avisa que había entrado y salido una persona. Al minuto me doy cuenta de que no tenía el celular y cuando empiezo a llamar ya estaba apagado”, recordó.
Además, decidió hacerlo público para alertar al resto de los comerciantes de la zona y porque en las imágenes puede verse claramente el rostro del ladrón furtivo, y por ende podría ser identificado. “Mi intención es difundir el video tanto para que lo encuentren, como para que lo identifiquen. No sé que actitud hubiera tomado si estaba yo sentada en mi escritorio”, se preguntó la mujer.