La Justicia desestimó un nuevo planteo de revisión de la prisión preventiva para Daniel Eduardo Vasilosky, un pescador de Arroyo Leyes acusado por el crimen de un matrimonio de vecinos, que desaparecieron tras haber salido de pesca en su canoa, la jornada del 19 de diciembre de 2017. A pesar de que la búsqueda de los cuerpos de Benito Sosa (65) y Estela Ríos (52) sigue siendo infructuosa, el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Andrés Marchi, se opuso al planteo de la Defensa Pública para darle la libertad al sospechoso, bajo alternativas a la prisión preventiva.
La medida, solicitada por segunda vez en el año por el Dr. Javier Casco, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp), fue rechazada este martes por el juez Leandro Lazzarini, que si bien acogió los argumentos de la fiscalía, no dio a conocer los fundamentos, que serán por escrito y en el plazo legal.
El inculpado fue detenido en dos oportunidades, La primera, en diciembre de 2017, cuando iba camino a la provincia de Chaco. La policía interceptó el micro a la altura de Reconquista y lo trasladó a Santa Fe. Una vez en tribunales fue imputado por el robo de las cañas y cajas de pesca, entre otros objetos del matrimonio que fueron hallados en su rancho en zona de islas del arroyo Potreros; así como el abandono de persona, pero recuperó la libertad con alternativas el mismo día, ya que faltaban indicios contundentes para ligarlo al doble crimen.
Entre las medidas ofrecidas por la defensa constaba la de fijar domicilio en la casa de su padre, en barrio Los Troncos, donde finalmente fue detenido el lunes 12 de marzo de 2018. Desde entonces permanece tras las rejas.
El 25 de abril la defensa pública hizo un primer intento por obtener su libertad, pero el juez Jorge Pegassano la rechazó, aunque instó a la fiscalía para que formule la acusación en el menor lapso posible.
Casi siete meses después, el Dr. Casco volvió a pedir la revisión de la cautelar, y ofreció las mismas alternativas mediante las cuales obtuvo la libertad en la primera oportunidad: fijar domicilio en Los Troncos, a cargo de su padre; presentarse cada 7 días ante el MPA; no abandonar la ciudad de Santa Fe; y no acercarse al lugar del hecho.
Según argumentó su abogado, entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, Vasilosky “cumplió a rajatablas” las condiciones impuestas por la Justicia. “Nunca intentó fugarse, ni entorpecer la investigación” y sin embargo “los cuerpos no aparecen”.
Para la fiscalía los cuerpos están escondidos, los siguen buscando; y eso genera una incertidumbre enorme para la familia. En cuanto a la evidencia incriminatoria, el fiscal Omar de Pedro, que por entonces estaba a cargo de la investigación, destacó que Vasilosky fue el último que habló por teléfono con Benito Sosa la última vez que se lo vio con vida.
Además, el hallazgo de sus pertenencias en la casa del sospechoso, así como la aparición de una canoa propiedad del matrimonio, deliberadamente hundida (faltaba el tapón) a unos 100 metros de la casa del implicado, reforzaron la teoría del doble crimen.
También se hallaron manchas de sangre, que a la fecha no se sabe si son de las víctimas o de otra persona, pero sí está claro que pertenecen a la especie humana. Y por último, la utilización de perros rastreadores (para personas vivas y cadáveres) condujeron en ambas ocasiones hacia el rancho de Vasilosky y luego el agua.
El 16 de marzo de 2018 la jueza Sandra Valenti dictó la prisión preventiva para el pescador de 42 años, dando crédito a la teoría del doble homicidio sin cuerpo.
La Oficina de Prensa del Poder Judicial difundió que se programaron “más de 40 audiencias penales” durante la jornada del martes, según datos suministrados por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) local.