Este sábado quedó oficialmente inaugurada la primera etapa del entubado del canal Roverano, un desagüe enterrado largamente añorado por los vecinos de buena parte de la zona de Las Adelinas de Santo Tomé. La habilitación del conducto principal estuvo a cargo del gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y de la intendenta Daniela Qüesta, en el marco de un acto que se desarrolló en horas del mediodía en la intersección de Batalla de San Lorenzo y Roverano. El proyecto hídrico -incluido en el Acuerdo Capital- contempló la construcción de un conducto de hormigón armado de 2.550 metros de longitud, beneficiando a una cuenca de 320 hectáreas y determinando un progreso sustancial en materia de desarrollo urbano y disminución del riesgo hídrico.
Con un presupuesto actualizado cercano a los 345 millones de pesos financiado por la Provincia, la obra implicó la eliminación del viejo zanjón a cielo abierto ubicado a lo largo de calle Roverano, la recuperación de veredas, espacios verdes y el empedrado y ensanchamiento de calles. De esta manera se logra quintuplicar la capacidad de escurrimiento de la zona sur, disminuyendo los problemas de anegamiento que se producen en el barrio debido a la pendiente natural del terreno. Desde sus inicios en septiembre de 2017, se lo consideró como el proyecto más importante en materia infraestructural de los últimos 20 años de Santo Tomé. En el arranque se estableció una inversión de 116 millones de pesos, pero la disparada del dólar y los vaivenes económicos llevaron a tener que prácticamente triplicar ese número para poder terminarlo.
Oportunamente, la intendenta santotomesina había resaltado que una obra de esta magnitud “no hubiera sido posible sin el apoyo que recibimos del gobernador Miguel Lifschitz”. A la vez, había adelantado que ya estaban gestionando ante la Provincia una ampliación de los trabajos que permita, en principio, continuar una cuadra más”. “Más allá de esto, el gran desafío que tenemos por delante es lograr que la próxima gestión provincial licite la segunda etapa del entubado, lo que nos permitiría llegar con el conducto hasta las Ruta Nº 11”, expresó Daniela Qüesta.
De alcanzarse esta meta, se completarían los cuatro kilómetros y medio del desagüe que atraviesa la ciudad de oeste a este, desembocando en el río. “Así llevaríamos una solución a las familias que habitan el sector más bajo de esta cuenca, donde los problemas de anegamiento son crónicos”, detalló. “La verdad es que cuando uno observa la escala de esta obra, realmente pone en valor el progreso que significa en términos de infraestructura para Santo Tomé. Son esas cosas que uno soñó alguna vez y que, cuando las ve hechas realidad, nos hacen sentir que todo el esfuerzo que estamos realizando vale la pena”, dijo en la previa la mandataria local.