El Papa iniciará este martes 19 de noviembre un viaje a Tailandia, donde hay un 0,58% de católicos, y a Japón, donde estos representan un 0,3% de la población, para abogar por el desarme nuclear, impulsar el diálogo interreligioso y apoyar a la pequeña Iglesia de esos países en su cuarto viaje al continente asiático en el que de nuevo ha puesto en el centro a los católicos de las periferias.
Según confirmó el portavoz oficial del Vaticano, Matteo Bruni, está previsto que Francisco pronuncie un total de 18 alocuciones, entre homilías y discursos, todos ellos en español. Este será su 32º viaje, el séptimo de este año y el cuarto a Asia (después de Corea en 2014, Sri Lanka y Filipinas en 2015, y Myanmar y Bangladesh en 2017). Con estos nuevos destinos, el Papa habrá visitado 51 países, según afirmó Bruni.
El pontífice llegará a Bangkok el miércoles, aunque su agenda comenzará el jueves con una reunión con el primer ministro del país, el general que lideró el golpe militar en 2014, Prayut Chan-ocha, que se perpetuó en el poder después de las elecciones de mayo.
También se reunirá con el Rey Maha Vajiralongkorn en el Palacio Real de Amphorn, pero una de las partes más destacadas de su agenda serán los encuentros con líderes de otras religiones como el Patriarca Supremo de Tailandia, representante de la orden de monjes budistas en el país, que es la religión mayoritaria en el país asiático, donde la minoría católica representa solo el 0,58% de los 69 millones de habitantes.