Si bien la noticia estaba “guardada”, trascendió en las últimas horas que “rebotó” un cheque de monto “muy importante” que San Lorenzo de Almagro le había entregado a Unión al momento de transferir el 70 por ciento de los derechos económicos de Mauro Pitton y el 80 por ciento de los derechos económicos de Bruno Pitton. Incluso, como era un valor esperado por la tesorería, también generó un contratiempo con el pago de los salarios al plantel profesional de Leo Madelón.
Lo que sorprende es que al comenzar la temporada, a mediados de año, el club se desprendió de un capital más que interesante con cuatro futbolistas, dos transferidos a Rosario Central y dos a San Lorenzo de Almagro.
En su momento, desde el mismo Twitter oficial del Club Atlético Unión se informó lo siguiente:
“El Club Atlético Unión comunica a sus asociados que luego de varios días de negociaciones y procedimientos administrativos (por este motivo se espero un tiempo para brindar la información precisa) se han transferido definitivamente los derechos económicos que se poseían sobre los siguientes jugadores:
* 50 % de los derechos que poseía sobre el jugador Diego Zabala.
* 100% de los derechos que poseía sobre el jugador Emanuel Britez.
* 70% de los derechos que poseía sobre el jugador Mauro Pittón.
* 80% de los derechos que poseía sobre el jugador Bruno Pittón.
El mismo informe aclaraba los siguientes puntos:
— 1) Que la cifra acordada por dichos jugadores y porcentajes asciende a la suma de USD 6.125.000.- (SEIS MILLONES CIENTO VEINTICINCO MIL DOLARES AMERICANOS), de los cuales se deben deducir impuestos y comisiones de ley (26.5%).
— 2) Que las cifras antes mencionadas pueden ser incrementadas, para el caso que Bruno y Mauro Pittón cumplan determinados objetivos relacionado a la cantidad de partidos jugados por temporada de manera independiente, en hasta USD 600.000 (SEISCIENTOS MIL DOLARES AMERICANOS), de los cuales habrá que deducirle impuestos y comisiones de ley, en su caso (26,5%).
— 3) Que retiene en patrimonio del Club el 20% de Bruno Pittón y el 30% de Mauro Pittón de los derechos económicos de ambos jugadores.
¿Qué hará el club?
En su momento, cuando aparecieron rechazados —“por falta de fondos”— los valores con los cuales Rosario Central supuestamente compró a Brítez y Zabala, se dijo que “hablamos con la gente canalla y nos van a hacer los cheques para otra fecha”. Ahora, en el final de un año complicado, se genera lo mismo con San Lorenzo de Almagro. A su vez, hasta el día de hoy ningún jugador de Unión había cobrado su sueldo.
Ahora bien: ¿qué se hace?; ¿quién lo hace?; ¿quién gestiona?; ¿quién se queja en la famosa Superliga?. Como se sabe y es reiterativo, el presidente de Unión no viaja a ningún lado. Su argumento pasa por un atendible y entendible tema de salud (hace algunos días estuvo en un sanatorio de la ciudad y pudo evitar una intervención quirúrgica menor).
“El año pasado, nos atrasamos en 10.000 dólares de un pago a Racing por Nelson Acevedo y nos amenazaron con la inhibición”, recordaba hoy un ex dirigente de la gestión Spahn.
Al mismo tiempo que Central no paga y le pone nueva fecha de cheques a Unión; o que San Lorenzo directamente “rebota” los valores, ayer se conoció en los medios de prensa nacionales que Godoy Cruz de Mendoza pidió oficialmente en las oficinas de la Superliga “la inhibición de Huracán de Parque Patricios por la falta de pago en el pase de Garro”. A partir de ésto, el “Globo” no podrá incorporar refuerzos para el 2020.
La pregunta lógica, antes los incumplimientos de Rosario Central y San Lorenzo, es una sola: ¿por qué Unión no hace lo mismo?.
Pensando a futuro, cuando todavía quedan tres fechas para la finalización del año en la Superliga Argentina de Fútbol (SAF), el único contrato que se baja de la planilla de sueldos del Club Atlético Unión es el de Maximiliano Pablo Cuadra, uno de los salarios más importantes del plantel: no jugó nunca y termina el 2019 lesionado.
El resto de los contratos del plantel profesional de Leo Madelón siguen, como mínimo, hasta mediados del año que viene que es cuando se termina toda la actividad.