Desde Santa Fe, a bordo de un colectivo que llamaron “Chimuelo”, la familia Gauna se irá a recorrer, en principio, Latinoamérica. El propio Martín – en diálogo con El Litoral – reconoció que “es una locura, un sueño, una aventura, un poco de cada cosa”.
“Arrancamos hace unos años a proyectar esto, nos topamos con un video de una familia de Buenos Aires que viajaba por el mundo en un auto y bueno, la consigna fue ‘por qué no hacerlo’, si podíamos, queríamos y teníamos la posibilidad lo íbamos a hacer”, aseguró, y añadió: “Entonces empezamos a trabajar para eso, se nos dio y ahí estamos, en pleno proceso de poder terminar el cole, que va a hacer nuestra casa para emprender el viaje”.
Martín también recordó que antes se movilizaban en un auto familiar, pero empezaron a ver “cómo se viajaba de este modo por Latinoamérica, por el mundo, las familias tenían combis, trafics, minibuses, pero eran familias chicas de hasta cuatro integrantes; cuando empezamos a sumar y ver las necesidades y los espacios que necesitábamos pensamos en algo más grande".
María Teresa Andrés, la copiloto de Martín, está embarazada de cinco meses. “Hace unos días nos enteramos que era otra nena”, adelantó. Para darle tiempo a nacer, recorrerán -primero- un poco el país y volverán a Santa Fe: “Voy a volver a tenerla acá con mi ginecólogo y después seguimos camino”, explicó. En total serán cinco los niños que viajarán: Pablo, Juani, Diogo, Indra y la bebé.
En tanto, “Teté” aclaró que el primer destino que se les ocurrió fue Alaska, aunque luego decidieron hacer “lo que se dé, lo que sea, al mundo en sí, salir de Santa Fe y después ver, que nos vaya llevando el camino”, reflexionó. Pero también informó que no irán solo con sus niños, sino que su madre, Miryam Szylobryt, de 85 años, los acompañará: “Al principio me dijo que estaba totalmente loca, que de dónde había sacado esa idea y después, hablando y viendo videos y conociendo cómo se vive, como vio a otras familias haciendo lo mismo, que no es que no vamos a ir al medio de la selva, le gustó la idea y nos acompaña”.
Al respecto, Miryam opinó que al principio la idea le parecía “descabellada”, pero despacito fue “ entrando”. “Teté es mi única hija, no tengo hermanos, así que quedarme acá sola...no quiero perderme la vida de mis nietos tampoco, que son mi alegría...Me convencí sola, le pregunté a una sobrina qué opinaba y me dijo “vos hacé lo que te dicte el corazón y, bueno, el corazón me dicta estar al lado de ellos”, relató.
Martín también contó a El Litoral que la idea es “vivir viajando”. Mientras viajan, la pareja trabajará de manera freelance -aunque están abiertos a la posibilidad de tomar trabajos alternativos en algunos lugares- y los chicos “van a estudiar de manera online, por el sistema del Ejército que es para las personas que están ubicadas en otros lugares del mundo, es el sistema educativo argentino, con lo cual en el momento en que nosotros queramos reincorporarnos ya los chicos entran al año lectivo en que están estudiando y no pierden absolutamente nada, que era una condición sine qua non para poder hacerlo”, aseguró.
"Hicimos un viaje a Buenos Aires y dos a Rosario y el apoyo de la gente es increíble, nos sacan fotos y nos las envían por redes deseándonos mucha suerte. También el tiempo que estamos estacionados se nos acercan para charlar y siempre con alegría y buen onda. Eso también es parte de este viaje, poder compartir experiencias con la gente y conocer lugares y culturas mientras vivimos viajando" .
De Santa Fe al mundo: un aventura "colectiva"
Además, irán registrando la travesía en las redes sociales. Al respecto, Martín consideró que aunque es “un desafío” poder generar contenidos utilizarán su perfil “En cole por el mundo” en Youtube y Facebook para ir volcando sus experiencias del viaje.
Por otra parte, Marín Gauna comentó sobre la experiencia: "Cuando la gente se entera del proyecto cree que uno se va de vacaciones cuando es todo lo contrario, si bien trabajar de manera 'free lance' y estudiar a distancia te permite ser flexible en el manejo de tiempos, no es así con las responsabilidades y necesidades. El cambio constante de entornos te obliga a priorizar las seguridad, la salud, la alimentación y el bienestar de todos día a día donde te encuentres. Y por su puesto generar el ingreso suficiente para seguir adelante sin alterar el ánimo general de la familia. Si bien es cierto que un día podemos estar estudiando con los niños en una playa mirando el mar, también somos conscientes que habrá lugares no tan favorables para ello, con lo cual generar un espacio confortable dentro de 30 m2 es un total desafío y un trabajo constante. Creemos que salir de nuestra zona de confort o encaminarnos en esto será de mucho provecho para nuestros hijos. Lo más difícil es tomar la decisión".
Chimuelo es el nombre que los Gauna eligieron para bautizar al colectivo que será su casa durante la aventura. “Básicamente, una habitación matrimonial, una habitación para los chicos, para la abuela, una zona de living, cocina comedor, lavarropas, secarropas, aire acondicionado, televisor, todo lo que los chicos utilizan y lo que nosotros necesitamos para vivir va dentro del colectivo”, explicó Martín. En el mismo sentido, indicó que tiene bauleras abajo, “con lo cual todo lo que es sistema de agua y almacenaje va abajo y nos permite tener mayor confort para convivir dentro del colectivo”.
Según Martín, para armarlo se apoyaron en “mucho tutorial de Youtube”, así como en amigos y familiares: “Se va a armando, no es tan difícil como se cree, pero hay una homologación de por medio que hay que respetar, mediante la supervisión de ingenieros”. “Si uno respeta lo esencial, la seguridad, al confort uno le da el color y la forma que quiera pero lo principal es que sea seguro el vehículo”, concluyó.