El 20 de marzo de 1966 se jugaba la tercera fecha del Metropolitano. Colón había ascendido el año anterior, en la primera fecha debutaba y perdía con Chacarita en Santa Fe y en la segunda era goleado por River en el Monumental. Ese domingo soleado en el Centenario, con la cancha de “bote a bote”, recibía al Estudiantes que se empezaba a armar para ganar todo (torneos locales, Copas Libertadores y del mundo) en los años siguientes.
Esa tarde —o mejor dicho, al día siguiente—, El Litoral tituló: “Colón se lució ante gran rival”. Nada menos que Carlos Bilardo fue el autor del gol de Estudiantes, mientras que Subiat lo hizo para los sabaleros.
Hubo una particularidad en aquella formación de Estudiantes: al margen de los que luego se convirtieron en grandes figuras de aquella epopeya “pincharrata” que duró varios años (hasta principios de los 70), como Poletti, Madero, Malbernat, Bilardo, Conigliaro, el Bocha Flores y Bedogni, había en el equipo un “tal” Rubén Cheves.
Cuando dejó el fútbol, Cheves empezó a trabajar con el Vasco Urriolabeitia, otro histórico pero de otros tiempos de Estudiantes, no tan lejanos a aquellos. Y ambos, con el Vasco a la cabeza, protagonizaron años después un gran cambio en el plantel de Colón. ¿Por qué?, porque fueron contratados y vinieron con varios futbolistas de Estudiantes, que no tenían lugar seguro allí, para triunfar en Santa Fe.
Desde 1971 hasta 1973, llegaron, entre otros, Baley, Zuccarelli, Trullet, Spadaro, Sacconi, Cococho Alvarez, Hugo Coscia y el Piojo Zibecchi, por mencionar sólo a algunos de aquellos futbolistas que se ganaron rápidamente un nombre y empezaron a forjar la estructura de un proceso que fue muy exitoso en Colón y que se prolongó durante varios años que aún hoy perduran en el recuerdo.
Estudiantes tuvo puntos en común con Colón en momentos clave e inolvidables. Frente a ese club se consiguió el primer punto en la máxima categoría y después, de la mano de un hombre muy querido en ambas instituciones —el Vasco— se armó un plantel que tuvo una fuerte incidencia “pincharrata”.