“Respirar fuego”, así describió el fiscal Andrés Marchi la razón por la cual Lucía Marcela H. tiene las vías respiratorias comprometidas, y está conectada a una máquina que le brinda asistencia respiratoria, tras sufrir graves quemaduras en su vivienda. Leonardo Carlos Przyluchy, pareja de la víctima, quedó en prisión preventiva este jueves en una audiencia en la que aseguró que es inocente. Desde la fiscalía le imputaron “homicidio calificado por ser cometido a una persona con quien se mantiene una relación de pareja y por ser en un contexto de violencia de género”, en grado de tentativa.
El hecho ocurrió el último domingo, en horas de la tarde, cuando la mujer de 45 años y su pareja de 50, volvían de un cumpleaños. Comenzaron a discutir en el camino, dentro de la camioneta, y continuaron al llegar a su casa, ubicada en calle Los Ceibos al 10.500, en el norte de la ciudad. La escalada de violencia habría sido tal, que la mujer terminó con su cuerpo envuelto en llamas.
Asesorado por la Dra. María Soledad Estrada, representante del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp), Przyluchy declaró ante el juez de la IPP Leandro Lazzarini que Lucía “estaba desnuda, y se echó algo” en el cuerpo y que luego vió una llama azul y la escuchó decirle “¡me quemo, me quemo!”. Además, el imputado dijo no saber con certeza qué ocasionó el fuego, contradiciendo lo que había expresado en otra oportunidad, cuando dijo que su pareja había prendido un pucho. “Esa es la verdadera verdad de cómo pasó todo”, concluyó.
Según la hipótesis de la fiscalía, durante la discusión el imputado habría rociado a su pareja con alcohol etílico y luego la habría prendido fuego con un encendedor. La vecina que llamó al 911 y ayudó a trasladar a Lucía al Hospital Protomédico declaró que escuchó gritos y luego Przyluchy “le golpeó el portón”, por lo que ella acudió a la casa y vio como Lucía salía del baño desnuda, y ante la pregunta obvia la mujer sólo pudo contestar: “Él fue”.
Ante semejante respuesta, la vecina increpó al hombre que negó su responsabilidad “te juro que yo no fui” para acto seguido demandarle a su pareja “decile la verdad”; pero Lucía no dijo nada más.
Además de lo narrado por la testigo, Marchi señaló que tras el allanamiento a la vivienda hay detalles de la versión del acusado que no cierran: se encontraron dos encendedores -en la mesada de la cocina y en un mueble-, y una caja de cigarrillos tirada en el piso, pero ningún pucho en el piso. Esto para él sustenta la posición de la fiscalía, ya que si la situación que planteó Przyluchy fuera real, se encontraría el cigarrillo que pretendía fumar la víctima en el piso y, además, el encendedor utilizado se habría caído, por lo que debería haber estado también en el suelo.
Gracias al testimonio de una vecina, se pudo saber que la relación de la pareja era conflictiva, y que los malos tratos no eran esporádicos. De hecho, recordó que un par de años atrás escuchó gritos en la propiedad y vió a Leandro Przyluchy salir ensangrentado, quien al percatarse de su presencia el dijo: “buscá a tu amiga, la maté”. Al oírlo, la vecina corrió al interior de la casa, en donde se encontró con Lucía, que estaba golpeada y cubierta de sangre.
Según se informó, la víctima permanece internada en el hospital Cullen. Tiene el 35 % de su cuerpo con quemaduras de tipo A y AB (superficiales e intermedias), está intubada y con asistencia respiratoria, y debe alimentarse por sonda. Su estado es grave, con pronóstico reservado.