Llegó el momento de poner “marcha forzada” en esta Superliga para recuperar el terreno que se ha perdido y mejorar una situación que no es angustiante pero que merece atención y preocupación.
El sabalero no puede seguir perdiendo terreno y por eso necesita sumar puntos en la tabla de promedios. También lo necesita Lavallén, un entrenador cuyo crédito se abrirá o se cerrará de acuerdo a los resultados.
Llegó el momento de poner “marcha forzada” en esta Superliga para recuperar el terreno que se ha perdido y mejorar una situación que no es angustiante pero que merece atención y preocupación.
A Colón le quedan cuatro partidos. La pregunta que se impone es: ¿serán determinantes estos cuatro resultados para saber si Lavallén seguirá dirigiendo al equipo o si dejará el cargo cuando finalice el año?
Eso no se sabe ni nadie puede asegurarlo. Los rumores -y humores también- están a la orden del día. Lavallén ha venido manejando la situación con mucha cintura y llegó a un sitial al que nadie nunca antes había llegado: poner a Colón a 90 minutos, y en una final, de un título de campeón.
La historia es conocida. Y ahora quedan cuatro partidos (Estudiantes, Vélez, Aldosivi y Arsenal) que le darán fuerza y empuje, o le restarán crédito y energías a un técnico al que la gente también cuestiona. No en su totalidad, pero está claro que Lavallén, a pesar de haber estado más cerca que ningún otro en 114 años de vida del club, no cuenta con el aval generalizado del público sabalero.
Este encuentro ante Estudiantes, más allá de lo que será otra fiesta popular que brindará la gente, será todo un veredicto para el entrenador y también para los jugadores. No hay reclamos ni reproches, es cierto, pero ahora la gente empieza a ver que deben sumarse puntos para no sufrir por la permanencia en la máxima categoría. Y si bien, se reitera, la situación no es angustiante, merece que no se resignen puntos y se busque una sumatoria que lo aleje de todo riesgo.
Estudiantes ha logrado una buena sumatoria en las últimas fechas (clásico incluido en la cancha de Gimnasia), tiene 22 puntos (a tres de los punteros) y Gabriel Milito ha recuperado la confianza de la gente, que parecía perdida hace algún tiempo cuando los resultados eran esquivos.
Colón va a presentar una modificación según lo que su técnico ensayó. De aquel equipo que se recitaba de memoria y que jugó la final, saldrá Escobar (de flojo momento) para que ingrese el pibe Farioli. ¿Jugará de marcador lateral o de volante?, lo más probable es que lo haga de volante y que sea Estigarribia el que arranque desde el fondo de la defensa. Después, el resto será el mismo de la final de hace dos semanas, que ya en ese momento no contó con la presencia de Aliendro, quien lleva quince días de recuperación del desgarro y ya está descartado para los partidos que restan, incluido el del lunes, naturalmente.
Burián; Vigo, Ortiz, Olivera y Estigarribia; Bernardi, Zuqui, Lértora y Farioli; Morelo y Rodríguez serán los once que jugarán el lunes. Por su parte, en Estudiantes, el técnico Milito dejó picando la posibilidad de que la Gata Fernández pueda estar. “Irá a Santa Fe y veremos si juega desde el arranque o lo hace en el banco”, señaló el entrenador del Pincha. Dejando de lado la duda que plantea Milito, es casi seguro que Estudiantes alistará a Andújar; Sánchez, Schunke, Fuentes y Erquiaga; Kalinski, Iván Gómez y Pellegrini; Castro, Retegui y Edwar López.