El mercado comenzará la última semana de noviembre a la expectativa de señales y mayores definiciones por parte del presidente electo, Alberto Fernández, quien hasta ahora prefirió no dar a conocer cuál será su plan económico ni los nombres de quienes lo acompañarán como ministros.
Equipo económico, deuda, salarios y tipo de cambio son algunos de los factores que los inversores consideran clave para el corto plazo y que miran de cerca a la hora de tomar decisiones.
En medio de la vigencia del cepo, la plaza cambiaria mantiene una actividad “planchada”, aunque en el último tramo de la semana pasada se dio un leve repunte de la demanda privada, la cual hasta ese entonces había sido prácticamente nula.
Si bien el esquema de controles logró contener la caída de reservas y los movimientos del billete verde, ello no es sinónimo de una menor incertidumbre en el sector financiero.
El Riesgo País retomó el crecimiento el viernes pasado ante los temores respecto de qué sucederá con la deuda y, principalmente, con los bonistas.
De ese modo, el indicador medido por el JP Morgan terminó la semana anterior en un nivel de 2.251 puntos.
Hasta el momento, según analistas, lo único que llevó calma al mercado fue la comunicación entre el futuro jefe de Estado y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, a quien le anticipó que, al asumir, va a proponer un “acuerdo de pago” que se pueda cumplir, aunque “sin más ajuste”.
El acercamiento entre las partes cayó bien y se expuso en el desempeño de las acciones que al otro día de concretarse ese diálogo subieron de manera marcada en la plaza local e internacional.
Por su parte, el dólar oficial se mantuvo estable, pero el blue registró una mayor presión ante un incremento en la demanda, hecho que se reflejó en la ampliación de la brecha cambiaria, ubicada en torno al 7%.
La danza de nombres en torno al posible equipo económico del Frente de Todos comenzó a inquietar en las últimas horas al mundo financiero que ya empieza a pedir definiciones a poco más de dos semanas del cambio de Gobierno.
En tanto, los trascendidos de una inyección de dinero en el bolsillo de los asalariados entusiasmó a una parte de los empresarios frente la posibilidad de una reactivación en el alicaído consumo interno.
Objetan proyecto de Ley de Góndolas
El empresario Martín Cabrales sostuvo que el proyecto de Ley de Góndolas que obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados “es muy difícil de aplicar”, y consideró que la norma “no favorece a nadie”.
“Es muy difícil de aplicar porque establece porcentajes dentro de la góndola que tendría que tener cada empresa o sector productivo y el lugar donde tienen que ubicarse los productos. Prácticamente, tendría que haber un escribano por sucursal para ver si se está cumpliendo la ley”, indicó Cabrales en diálogo con radio Milenium.
Según el empresario, integrante de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), “tendría que haber una regulación que favorezca a los industriales, a la cadena y que favorezca al consumidor. Esta ley no favorece a nadie”, aseguró.
Por último, Cabrales consideró que la actividad “hoy tiene un problema que tienen las pymes que no es de supermercado sino de funcionamiento: hay una tasa de interés altísima, el consumo interno que está totalmente caída y una capacidad ociosa del 50%‘. ‘Esta medida en sí no ayuda a nada de eso, lo cual es el problema original que hay que resolver de manera inmediata”, concluyó.