Los reiterados episodios de violencia que viven los inspectores de tránsito de la ciudad tuvieron este mediodía su mayor expresión, cuando un vecino de la oficina central se enfureció con uno de ellos y le dio un fuerte golpe en la nuca. Luego de que el inspector quedara inconsciente y fuera trasladado en una ambulancia, el agresor se atrincheró en su camioneta por más de una hora, hasta que fue detenido por la Policía.
Tenés que leerSin habilitación: App similiar a "Uber" llega a NeuquénDespués del mediodía, dos inspectores se acercaron a la oficina central, ubicada en Córdoba al 650, para dejar las actas labradas y guardar sus elementos de trabajo. Sobre la vereda encontraron una camioneta tipo furgón blanca que ocupaba toda la acera, y a un hombre tendido que estaba haciendo un arreglo en ese vehículo.
“No teníamos forma de pasar y pasamos por arriba de sus piernas”, relató a LM Neuquén Ailen Osés, una de las inspectoras que vivió la situación. El vecino, que tiene unos 40 años y practica artes marciales mixtas, reaccionó mal y los increpó por no haber utilizado otro camino para acceder a la oficina. Tras intercambiar una serie de insultos, el hombre le propinó al inspector un golpe de puño en la nuca, que lo llevó a perder el equilibrio y golpearse la cabeza contra el asfalto, según el relato de su compañera.
“Estaba tirado en el suelo, inconsciente y con convulsiones, cuando el hombre le pegó dos patadas en las costillas y en la espalda”, relató la inspectora, que también recibió empujones del agresor cuando intentó detener la pelea. Tras la trifulca, el hombre se fugó, presuntamente a su departamento, ubicado en el cuarto piso del edificio aledaño a la oficina de Tránsito.
Tras la llegada de la Policía y una ambulancia, que trasladó al hombre golpeado al Policlínico de Neuquén, los inspectores se quedaron en el lugar y decidieron remover la camioneta, una Jeep Renegade negra, que había dejado el agresor estacionada sobre un garaje. Si bien la cochera era del edificio en donde habitaba el dueño del auto, la patente habilitada para estacionar en ese espacio no coincidía con la que llevaba el coche.
Pasada la una de la tarde, cuando los patrulleros se habían ido y la grúa ya había levantado la camioneta, el agresor se acercó al lugar y volvió a increpar a los inspectores. “No me pueden remover el auto de mi propia cochera”, se quejó y, tras un intercambio de palabras, rompió las fajas de secuestro del coche y se subió al vehículo inclinado.
El agresor se atrincheró en su propio auto por más de una hora. En ese lapso, llegaron al menos cinco patrulleros que, entre un despliegue de conos de tránsito y la presencia de curiosos, trabajaron para disuadir al conductor de bajar de su automóvil. Cerca de las 14, el hombre descendió y se fue en uno de los móviles policiales.
Por el episodio, y cansados de enfrentar a diario situaciones de violencia, los inspectores se preparan para hacer un paro de actividades mañana y reclamar respuestas ante la Municipalidad.