Violencia laboral: mayoría de víctimas mujeres, menor rango y poca antigüedad en el empleo
El análisis es sobre 194 situaciones relevadas por la Dirección de Trabajo Decente, entre 2018 y 2019 en el ámbito privado. No todos los casos llegan a denuncia. El miedo a perder el trabajo está presente en buena parte de las consultas.
La mayoría de las denuncias (60 %) que llegaron en 2018 y en lo que va de este año al Área de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la provincia son presentadas por mujeres. El promedio de edad de las personas que realizaron consultas está entre los 35 y los 38 años. Y en cuanto a la antigüedad laboral, se observa que casi el 70% de las consultas recibidas corresponde a trabajadores y trabajadoras que transitan los primeros años en su lugar de trabajo (el 31 % posee menos de un año de antigüedad, mientras que el 38% se ubica entre los dos y los cinco años).
Además, una cifra mayor al 30% de las personas manifiesta estar recibiendo algún tipo de tratamiento de salud vinculado al malestar generado por la situación denunciada, a pesar de no estar reconocida como enfermedad laboral en la normativa vigente.
Así se desprende del informe difundido en las últimas horas por la cartera laboral, en base a las 194 consultas recibidas por esa repartición que opera en base a normativas internacionales, nacionales y locales, y cuenta con un protocolo específico en esa materia.
“En la provincia de Santa Fe, el Trabajo Decente es un eje transversal de las políticas públicas en materia laboral y uno de los grandes desafíos del siglo XXI para enfrentar las transformaciones de las relaciones y condiciones laborales, y el de la pobreza, la desigualdad y la exclusión”. En ese marco se inscribe el abordaje de la violencia en los espacios de trabajo, una de las problemáticas que comenzó a tener mayor visibilidad en los últimos años, a partir de la discusión y vigencia de normas provinciales, nacionales e internacionales, incluido el aporte de la Organización Internacional del Trabajo, de fuerte vínculo con esta provincia.
El Área de Violencia Laboral funciona bajo la órbita de la Dirección Provincial de Trabajo Decente, que depende -a su vez- de la secretaría de Políticas de Empleo y Trabajo Decente. Allí, en base a un protocolo interno específico, se ofrece asesoramiento, orientación, capacitaciones a organizaciones y víctimas de violencia laboral que desarrollan sus actividades en el sector privado, a la vez que se coordina la intervención con sindicatos y representantes de empresas y otras áreas del Estado provincial.
Estrés y temor
“Una primera evaluación genérica y cualitativa sobre las consultas recibidas, arroja que, en general, las personas acuden a las entrevistas con el equipo de abordaje atravesando situaciones de alto nivel de estrés y con un gran temor a perder el trabajo, escenario que se ha agravado notoriamente en el último año, donde se detecta como la principal preocupación”. “La consulta les ayuda a ordenar su situación y a conocer las alternativas con las que cuentan”, expone el informe, del que se desprenden los siguientes datos:
- Casi el 60% de las intervenciones consisten en el asesoramiento, capacitación y orientación a las personas que realizan consultas. En el 40% restante se procede a activar el protocolo de intervención. No siempre la problemática se corresponde con el encuadre de violencia laboral; en no pocos casos, las personas buscan simplemente un espacio de escucha y contención.
- En los casos en los que se aplica el protocolo de intervención resulta que la mayoría de las intervenciones (casi el 57%) concluyen en forma satisfactoria, es decir que se logra una recomposición del ámbito de trabajo desde la perspectiva de la víctima. En el 30 % de los casos, el resultado es la desvinculación de la persona denunciante, sea por decisión propia o de la empresa. “Este no es necesariamente un dato negativo; en ocasiones resulta en la solución más segura o conveniente para la víctima”.
- La mayoría de las denuncias (60 %) son presentadas por mujeres.
- El promedio de edad de las personas que realizan consultas está entre los 35 y los 38 años.
- En cuanto a la antigüedad laboral, se observa que casi el 70% de las consultas recibidas corresponde a trabajadores y trabajadoras que transitan los primero años en su lugar de trabajo (el 31 posee menos de un año de antigüedad, mientras que el 38% se ubica entre los dos y los cinco años).
- Más del 30% de las personas manifiesta estar recibiendo algún tipo de tratamiento de salud vinculado al malestar generado por la situación denunciada, a pesar de no estar reconocida como enfermedad laboral en la normativa vigente.
Del otro lado
El informe dedica otro capítulo al perfil del acosador, apartado que revela una vez más una fuerte disparidad de género:
- La mayoría de los acosadores (62 %) son varones.
- El hostigamiento hacia las mujeres es ejercido tanto por varones (33%), como por mujeres (27%). Contrariamente, cuando ellos son acosados, el hostigamiento ejercido por varones (27%) más que duplica al de las mujeres (13%).
- En la gran mayoría de las consultas recibidas (93%) los acosadores o acosadoras se ubican en una posición jerárquica superior a las víctimas del hostigamiento, mientras que unos pocos casos (6%) se evidencia violencia ejercida entre pares y solo una situación se registró en sentido vertical ascendente.
El informe concluye con un capítulo dedicado a la legislación. En realidad, da cuenta de que “la mayor dificultad con la que se encuentra el área de intervención de Violencia Laboral, tiene que ver con la inexistencia de legislación -tanto a nivel nacional como provincial- que establezca un encuadre normativo para atender la problemática de los trabajadores y trabajadoras del sector privado”. Para ello se elaboró un proyecto con el fin de ser presentado en la Legislatura.
Género
Como revela el informe oficial, la violencia laboral afecta más a mujeres que a varones y, aunque registra una leve tendencia a equipararse, esta situación “estaría relacionada con los patrones socio-culturales imperantes en nuestra sociedad que ubica a las mujeres en contextos de mayor vulnerabilidad en las relaciones de poder, pese a los avances que se han logrado en relación a la equidad de género en los últimos años”. Con todo, la irrupción de este tema en la agenda pública, redunda en una “mayor conciencia respecto de los derechos y garantías que asisten a las mujeres”.
Definición
La violencia laboral es entendida como “el ejercicio abusivo de poder que tiene por fin someter o excluir a un trabajador o trabajadora de su lugar de trabajo. Incluye el acoso psicológico, el acoso sexual y la agresión física; puede provenir tanto de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores y puede manifestarse por acción u omisión” (Res. N° 427/15)”.
Eventualmente, los trabajadores y trabajadoras, al momento de las entrevistas, deciden no denunciar a su agresor por miedo a la posible represalia o a quedarse sin trabajo.