El secretario de Desarrollos Culturales de la provincia, Paulo Ricci, repasó los puntos sobresalientes de la gestión que termina el 10 de diciembre. Las premisas fueron la recuperación de espacios emblemáticos, la profundización de los estímulos a la producción artística y la proyección de la actividad cultural para que toda la ciudadanía tenga acceso.
Archivo El Litoral El Alero, ubicado en el norte de la ciudad de Santa Fe, es un ámbito de integración y un lugar donde los vecinos se pueden apoderar del espacio público.
El desarrollo de infraestructura innovadora e inclusiva y el estímulo a la producción artística fueron algunos de los ejes que sirvieron como sostén a la gestión cultural de los gobiernos provinciales de Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. Que tuvieron como artífice a la ministra María de los Ángeles “Chiqui” González. El Tríptico de la Imaginación, el Sistema Aleros, la restauración de la Casa de la Cultura y la refuncionalización de museos son parte del legado, al igual que los programas Espacio Santafesino, Escena Santafesina y Territorio de Encuentros, que arrancaron en momentos diferentes pero con el objetivo común de ampliar la oferta de bienes culturales para los santafesinos.
Paulo Ricci es secretario de Desarrollos Culturales de la provincia hasta el próximo 10 de diciembre y luego formará parte del equipo del intendente electo Emilio Jatón (ver aparte). En dialogo con El Litoral, trazó un balance los logros obtenidos en el área y remarcó que los objetivos fueron igualar, descentralizar y llevar un servicio de calidad a toda la ciudadanía.
—Los resultados de la gestión provincial en términos culturales se puede observar en los espacios recuperados y en la cantidad y calidad de las propuestas. Pero me gustaría empezar al revés. ¿Qué es lo que quedó pendiente?
—Quedaron cosas pendientes no porque no haya habido intención. Por la propia lógica de la gestión hubo que priorizar algunas obras por sobre otras. En la cola de obras públicas a realizar, desde Cultura llevamos muchos proyectos y se pudieron priorizar algunos por sobre otros que me hubiera gustado concretar, pero por supuesto entiendo que hay otras necesidades de otros ministerios, obras importantes que demandan muchísima inversión. Por eso se fueron priorizando algunas de las muchas obras que propusimos. Se pudo avanzar en el anexo de la Escuela Mantovani, que estaría llegando a su final a principios de 2020 y me hubiera gustado seguir con algunos proyectos para darle edificios propios a otros espacios artísticos de la ciudad, como la Escuela de Teatro y el Instituto de Cine. Es una cuenta pendiente que me hubiera gustado poder saldar. Después hay otras obras que iban en el mismo sentido de los espacios que se recuperaron para la cultura, como el Molino, la Redonda, la Esquina Encendida o la Casa de la Cultura, que estaba literalmente abandonada y fue recuperada como si recién se hubiera inaugurado.
—Quizás esa última sea la obra más emblemática que deja esta gestión provincial en la ciudad de Santa Fe.
—El proyecto estaba desde gestiones anteriores. La ministra Chiqui González había intentado avanzar con subsidios, pero por el valor de la obra y los enormes problemas estructurales, se habían dejado de lado esos proyectos. Cuando me toca sumarme al equipo de Chiqui y del gobernador Miguel Lifschitz, una de las primeras cosas que les dije es que el valor simbólico para la cultura y la ciudadanía de recuperar esa casa era importantísimo y teníamos que poner el proyecto por delanto de todo en el listado de prioridades. Así lo hicimos, pero conjuntamente con el proyecto de terminar la obra del Molino, que había quedado por la mitad en 2010, y avanzar con el proyecto de la Mantovani. Sabiendo que el valor simbólico que tiene haber recuperado la Casa de la Cultura es enorme, independientemente del volumen de uso que se le pueda dar. Por todas las cosas importantes que pasaron allí en el plano cultural de la ciudad y por los que significaba como mancha urbana tener abandonada esa esquina, era importantísimo poner el acento en eso y recuperarla.
—Se hizo una inversión muy significativa.
—Si. Y cien por ciento pagada por el Estado Provincial, algo que es importante destacar. Es un mensaje de un Estado al que le importa la cultura, como le importa la educación y la salud y que pone los fondos públicos en la recuperación y creación de edificios nuevos para esas áreas. Pero también con una enorme inversión en términos de recuperación de algunos oficios y artesanatos que se trabajaron especialmente. Muchos de los yeseros, herreros y carpinteros tuvieron que aprender técnicas que hacía más de 70 años que no se aplicaban. En ese sentido, fue una inversión en capital cultural y humano. Fue un aprendizaje enorme trabajar en esa casa.
Acompañar a la ciudadanía
—Otro sello de la gestión, en relación al Tríptico de la Imaginación y el Sistema de Aleros, es que no se priorizó un espacio de la ciudad en particular, sino que se hizo algo transversal. Se incorporó al norte de la ciudad de Santa Fe, que históricamente no tenía acceso a este tipo de propuestas culturales.
—Esa es una apuesta cultural, social y política muy fuerte de esta gestión: mirar al norte y dotarlo de espacios culturales de calidad. Mirar hacia donde creció la ciudad en estos últimos 30, 40 ó 50 años, que es el noroeste. Eso no es casual. Es una gestión que busca dialogar con la ciudadanía que vive en el norte y en el noroeste de la ciudad, en los barrios más populares que más han crecido en los últimos años. Pero le lleva las mejores infraestructuras públicas, no un inflable para poner en una plaza. Quedan espacios físicos, con personal de lujo, que son habitados por los vecinos de los barrios. Es en ese sentido que nos parece que había que pensar la ciudad. Porque las infraestructuras culturales de Santa Fe, tradicionalmente estaban ubicadas entre bulevares, en el casco céntrico. Sacando la Estación Belgrano, que es un espacio recuperado que a veces funciona para la actividad cultural y a veces para otras cosas, el resto de los espacios están concentrados en el centro. Y si bien eso es lógico, también hay que pensar la cultura y los otros servicios del Estado hacia donde crecen las poblaciones, con una perspectiva de igualar, descentralizar y llevar el mismo servicio con la misma calidad a toda la ciudadanía.
—Una lógica se aplicó en el territorio provincial, más allá de la ciudad de Santa Fe.
—Es así. Todos los programas que desarrollamos desde la gestión del Ministerio tienen una perspectiva territorial, miran a las regiones. Siempre hay una convocatoria para que compitan en igualdad de condiciones todos los artistas, grupos y emprendedores culturales de la provincia, pero también categorías regionales, para que en cada región puedan tener la posibilidad de acceder a un estímulo sin tener que competir desde una pequeña localidad del interior con los proyectos de Rosario, Santa Fe o Rafaela. Así encuentran más posibilidades de ser acompañados.
Estímulos que dinamizan
—¿En el sistema de estímulos a la producción cultural todos los beneficiarios van a recibir los recursos antes del inicio de la próxima gestión al frente del gobierno provincial?
—Ya lo recibieron. Lo quiero aclarar porque quedó una confusión. Es una convocatoria de 2019 y se paga con el presupuesto 2019, con el ejercicio presupuestario que ya habíamos reservado para esos estímulos. Y si bien hay proyectos que reciben el estímulo ahora y terminan de realizar funciones y giras entre abril, mayo y junio de 2020, nosotros le entregamos el dinero antes con presupuesto 2019, para que esa plata les sirva para armar una gira, estrenar un espectáculo, organizar un recital o una presentación, o sostener una programación en un espacio. No que primero hacen la tarea y después ven si cobran el año que viene. Para eso es el estímulo, para que concreten lo que proponen. Se hace con el presupuesto 2019, no afecta ni compromete un solo peso de la próxima gestión, que tendrá la posibilidad de volver a hacer las convocatorias, volver a entregar los premios y mantener esta dinámica. En el caso de Escena Santafesina, después de cuatro convocatorias consecutivas, acompañamos financieramente, con estímulos a las giras, más de mil funciones en todo el territorio provincial. Eso nos parece algo valioso, porque moverse por territorio es muy difícil.
—En ese sentido, se cumplió el objetivo de dinamizar la actividad cultural.
—Dinamizarla y movilizarla. Hay otros estímulos a nivel nacional como los del Instituto Nacional del Teatro o el Fondo Nacional de las Artes, que apoyan la producción y el funcionamiento de las salas. Pero veíamos que faltaba estimular la circulación, las programaciones diversas que giren por el territorio. Por eso armamos este programa para que tanto los grupos de artes escénicas como los grupos musicales, puedan presentar proyectos, girar por el territorio y alimentar así las programaciones de otras ciudades y localidades.
Pensar una impronta
Paulo Ricci estará al frente de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad durante la gestión que encabezará el intendente electo, Emilio Jatón. Consultado respecto a si se llevarán adelante líneas de acción similares a las que propuso en su gestión en la provincia, el funcionario advirtió que el foco estará puesto en pensar que falta en la ciudad, en términos de ayuda, estímulo o gestiones, para que haya más oferta cultural, con mayor diversidad y dinamización de circulación. También se apostará a una fuerte integración entre educación y cultura para que la cultura llegue a la ciudadanía no sólo como un bien de consumo, sino también como un derecho y un aprendizaje. “Queremos dotar a los espacios pedagógicos que existen en la ciudad y que nos parecen valiosos, como los Jardines Municipales o al Liceo Municipal, de más contenido y volumen”, apuntó.
En cifras
245 proyectos se presentaron durante 2019 dentro del programa Escena Santafesina, con 84 premiaciones. La suma entregada ascendió a 5.700.000 de pesos. Esta iniciativa surgió en 2016 para acompañar de forma innovadora el desarrollo de programaciones y circuitos de artes escénicas y performáticas de la provincia.
338 proyectos de 252 localidades resultaron seleccionados dentro del programa Territorio de Encuentros desde su puesta en marcha. El programa, creado en 2013, apunta a generar espacios de diálogo, debates y aprendizajes para la construcción de proyectos culturales innovadores. Está destinado a áreas culturales de municipios y comunas y grupos culturales organizados, como museos, bibliotecas, grupos artísticos, salas y centros culturales.
49 proyectos de industrias culturales se acompañaron durante 2019 en el marco del programa Espacio Santafesino, que significaron estímulos por 16.040.000 pesos. En el caso de los apoyos a la producción cultural, en el 2019 se acompañaron 107 proyectos. Desde su creación, en 2008, este programa a través de su Convocatoria de estímulo a Industrias Culturales posibilitó que más de 300 producciones culturales de los campos audiovisual, editorial, fonográfico, transmedia, videojuegos, diseño y web pasen de ser proyectos a desarrollarse como emprendimientos en toda la provincia.