En barrio Ciudadela nadie se explica la muerte de Pablo Andrés Gervasoni (38).
En barrio Ciudadela lo describen como un excelente vecino. Recibió un disparo a quemarropa. Su esposa asegura que fue un robo
En barrio Ciudadela nadie se explica la muerte de Pablo Andrés Gervasoni (38).
Durante la noche del lunes el nombrado fue ejecutado de un disparo a quemarropa por dos sujetos que lo atacaron en la entrada de la casa donde vivía, en San Lorenzo al 5000, para luego darse a la fuga.
Quienes conocieron a Pablo lo describen como un hombre tranquilo, que no molestaba ni tenía problemas con nadie.
Se dedicaba a la compra y venta de autos usados. “El compraba vehículos en mal estado, luego los reparaba con un hermano que tiene un taller, y finalmente los vendía”, narró un conocido.
Los vecinos de esta tradicional barriada, ante la consulta de El Litoral, describieron también el buen concepto que tenían del ahora fallecido.
“No podemos decir nada malo de este hombre. Siempre se mostraba cordial y educado. En más de una ocasión fue servicial con algún vecino que necesitó algo. Esto que pasó fue una sorpresa. No podemos entender semejante violencia”, dijeron.
“Lo robaron”
Quizás quien mejor puede describir el fatídico suceso es Silvina, la esposa del infortunado, y única testigo del hecho.
“Nosotros estábamos cenando, eran las 21,30 cuando llegó un amigo de Pablo. El salió a recibirlo y se quedaron un rato conversando en la puerta. Yo escuchaba que conversaban y que se reían”, recordó la mujer ante El Litoral.
Después el amigo se fue y en eso aparecieron otros dos muchachos que llegaron en una moto. Se bajaron y se quisieron meter a la casa. A Pablo le robaron el celular y la billetera. Y en el forcejeo le dispararon”, aseguró.
Yo creo que esos tipos vieron la ocasión y se ‘mandaron’. El que le disparó era un muchacho jovencito. En la calle no había nadie y estaba todo oscuro. Se llamó una ambulancia pero demoró un montón. Después llegaron algunos vecinos y ayudaron”, cerró.
Agonía y muerte
Una vez concretada la criminal acción, sus autores se alejaron raudamente a bordo de la moto en que se movilizaban.
Poco después Pablo fue trasladado con urgencia hasta el hospital Cullen donde ingresó en condición desesperante.
Según se supo el nombrado recibió un disparo que lo impactó en la zona del abdomen, con orificio de entrada, sin salida. Y en su recorrido el proyectil dañó órganos de vital importancia.
Tras la evaluación de los médicos el paciente fue sometido a una intervención quirúrgica. Al cabo de dicho procedimiento quedó internado en grave estado hasta que a la 1,30 del martes se produjo su deceso.
Varias hipótesis
Minutos después del cruento hecho al lugar arribaron agentes de la seccional 9na. (que intervienen por jurisdicción), junto a su pares de la sección Homicidios de la PDI
Estos últimos requisaron la escena y tomaron huellas tanto de la puerta de entrada a la casa como del hall donde cayó el cuerpo.
Como es de rigor los pesquisas se entrevistaron con distintas personas en procura de dar con algún testimonio de valor.
Esta tarea fue continuada durante la mañana por uniformados de la seccional 9na. que retornaron al lugar y dialogaron con vecinos y con familiares del occiso.
Como ya dijimos, la esposa de la víctima asegura que el crimen fue la consecuencia de un robo. No obstante los investigadores no descartan otras hipótesis.