Varios miles de personas salieron este jueves a las calles de Hong Kong a conmemorar el medio año del movimiento prodemocrático de protesta en la ex colonia británica, que comenzó como oposición a un controvertido proyecto de ley de extradición a China que la gobernadora Carrie Lam tuvo que suspender.
Los hongkoneses participaron en protestas menos masivas bajo la consigna "Unidos nos mantenemos firmes", pero que demuestran que el movimiento está aún vivo después de casi un mes relativamente tranquilo.
"Hong Kong se ha convertido desde el comienzo del movimiento en una referencia que inspira a personas de todo el mundo a luchar contra el autoritarismo, por ello no nos daremos por vencidos", aseguró a la prensa local Ventus Lau, uno de los organizadores de la movilización.
Asimismo, hubo una concentración de estudiantes secundarios que pidieron la liberación de los casi 3.000 menores de edad detenidos por la policía desde el inicio de las protestas, reportó la agencia de noticias EFE.
Aunque el 9 de junio se registró la primera manifestación multitudinaria de esta oleada, otra ocurrida tres días más tarde -la que se conmemora hoy- fue en la que la lucha se amplió y empezaron a popularizarse las cinco demandas de los manifestantes.
Éstas incluyen la ya conseguida retirada del proyecto de ley de extradición, una investigación independiente sobre la brutalidad policial, la amnistía a los más de 6.000 detenidos hasta la fecha, la retirada del término "revuelta" a la protesta del 12 de junio y el sufragio universal para elegir al jefe del Ejecutivo local y a los diputados.
El descontento con el Ejecutivo hongkonés es incesante, y en las elecciones del mes pasado a los consejos del distrito, la oposición obtuvo una victoria arrolladora que causó profunda preocupación y alarma en el gobierno chino, que siempre se opuso tenazmente a las protestas.
Las manifestaciones han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Beijing.