Un hombre que ya había sido sentenciado por herir a puñaladas a su ex pareja fue condenado hoy a prisión perpetua por haberla asesinado meses después de ese primer ataque y por haber hecho desaparecer su cadáver, en junio de 2017 en la ciudad rionegrina de Viedma, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Marcos Thola Durán, quien fue hallado culpable del delito de "homicidio agravado por haber sido perpetrado en un contexto de violencia de género", en perjuicio de Silvia Vásquez Colque, con quien tenía cuatro hijos.
De acuerdo a los jueces Marcelo Álvarez, Juan Brussino Kain y Adrián Dvorzak, entre las 22 del 4 de junio y las 9 del 5 de junio de 2017, "mediante un procedimiento violento que no es posible precisar, en un sitio no determinado pero ubicable en la ciudad de Viedma, dio muerte a su ex pareja ocultando luego de este acto el cuerpo de la víctima, que aún no pudo ser encontrado".
"Lógicamente el no hallazgo del cuerpo de la víctima impide la realización de medidas probatorias y, consecuentemente, la obtención de datos contundentes y precisos sobre el lugar en que permaneció oculto todo este tiempo, o las causa o forma en que se concretó la muerte", señaló el tribunal.
Para los jueces se está "frente a un contexto de violencia intrafamiliar probado a partir de la condena a Thola, meses antes de este hecho, a un año y dos meses de prisión en suspenso por haberle dado dos puñaladas con un cuchillo a Vásquez Colque".
En este sentido, el tribunal sostuvo que el ahora condenado "no solamente podía desarrollar conductas violentas concretas" hacia la mujer, "sino que sometía a aquella a un constante maltrato y menosprecio porque se consideraba superior".
"Resulta contrario a toda lógica que Silvia hubiera optado voluntariamente por concretar su alejamiento cuando se encontraba temporariamente su madre de visita (…) De igual manera, ¿dejaría Silvia a sus hijos?", continuó el fallo.
Por su parte, la defensa había planteado la "inconstitucionalidad de la prisión perpetua" por considerar que "la misma vulnera el principio de culpabilidad" y, subsidiariamente una pena que no supere los 20 años de prisión.
Silvia Vásquez Colque desapareció el 4 de junio de 2017 cuando fue vista por ultima vez en un barrio en las afueras de Viedma con su ex pareja.
Recién un mes después, una amiga de la mujer denunció la desaparición de la víctima, cuya familia reside en la ciudad boliviana de Potosí, de donde ella era oriunda.
Durante los primeros meses, la investigación tuvo avances casi nulos y la causa sólo cobró impulso hace un año, cuando gracias al trabajo de las organizaciones de mujeres de Viedma, la mamá y la hermana de la víctima llegaron desde Bolivia y pudieron constituirse como querellantes.
Los jueces consideraron que "quizás haya incidido" en el no hallazgo del cuerpo de la víctima "el tiempo que transcurrió entre la fecha de desaparición de Vásquez Colque y la fecha en que se concretó la denuncia de desaparición (…) Tiempo suficiente para hacer desaparecer el cuerpo de la víctima y los rastros del injusto".
"Thola debería entender -principalmente- el daño que les ha provocado y les sigue provocando a sus hijos (...) Ellos han quedado convencidos que fueron abandonados por ella. Además, ellos y el resto de las personas que han amado a Silvia se han visto privados de concluir con el duelo: les falta el cuerpo (…) Paralelamente, el Estado tiene la obligación de continuar la investigación en procura de ese cuerpo", concluyó el tribunal.