Se llama Rosa Salomón, pero se la conoce más como Lucrecia Vichenza. Es que ese es el nombre que le otorgó a su personaje más conocido, el que compone cada fin de semana ante un público heterogéneo en la plaza de Témperley, en el Gran Buenos Aires. Y el que la trajo ya dos veces a Santa Fe para ocupar el rol de presentadora del Festiclown en Primavera, que organiza el Centro Cultural Provincial. Precisamente a ese espacio de nuestra ciudad volverá Rosa para brindar un taller intensivo de actuación, que tendrá lugar el sábado 21 de diciembre entre las 11 y las 16.
“Di clases durante muchos años. En el presente no estoy ni en sector el privado ni en público. Es en forma de seminarios donde puedo compartir mis conocimientos. El eje central en este caso la actuación como herramienta de expresión. A través de juegos y ejercicios trabajamos la creatividad y la imaginación, para entrar después en las historias y la improvisación. Lo que agregué desde hace años es el trabajo sobre el mensaje, aquello que queremos decir a través de los personajes”, explicó la actriz bonaerense a El Litoral.
Y añadió: “mis personajes tienen mucho de catársis, son creados para sanar. La impronta nueva es que laburo en la improvisación sobre noticias, imágenes y crónicas de los temas que nos atraviesan. A la hora de crear veo cuales son los temas que están presentes. También vamos a estar viendo con los participantes qué es esto de actuar en la calle, que tiene muchas diferencias respecto a la sala”.
—En esto tenés mucha experiencia. Hace varios años que trabajás en la plaza de Témperley. ¿Qué impronta particular tiene esto de actuar en la calle?
—La plaza es una universidad abierta. Yo fui por necesidad y Lucrecia fue mi caballito de batalla. Fui por necesidad y protesta y no me fui más de ese lugar. Lo más terrible que encontré es que nadie tiene la obligación de quedarse. Después, los imprevistos, que son la otra mitad de la función, todo eso que sucede en el “aquí y ahora”.
—Eso debe ser desafiante, todo eso lo tenés que incorporar a la propuesta.
—Esa plaza no fue elegida porque haya plata o porque sea de barrio. Es una plaza muy de paso. Llegué como una forma de protesta, ante espacios que cerraban y otros que ya no me representaban. Ahí encontré un lugar para llevar a la luz lo que se estaba prohibiendo a la noche. Incluso en la actualidad el humor y el formato de varieté están considerados menores. Yo en realidad provengo del drama, el humor lo descubrí hace unos 15 años.
—Si. Fue un gran compromiso social. Eso me disparó en los últimos años a ir a fábricas tomadas, cárceles y centros de día. A ponerme a disposición de los hechos sociales desde el humor y la palabra.
—¿En la plaza hay un público fijo o se renueva constantemente?
—Están los fans que vienen dos años seguidos. Pero siempre se va renovando, al ser un lugar de paso. Siempre que pregunto quien viene, hay gente que lo hace por primera vez, hay. Ahí hay personas que viven en la calle, otras que pasan por ahí, vendedores del tren. Todos conviven en el humor.
—Es un lugar de encuentro.
—Si. Yo los llevo a la universal y eso se vuelve a la vez un círculo de protección. El público no va ahí a tomar mate, va a vernos. Desde hace muchos años salió una idea de regular y controlar los espacios públicos, se les paga sueldo a los artistas y ya no hay mucho teatro a la gorra en las plazas. Esta es como una plaza de resistencia.
—¿A la plaza siempre llevás el personaje de Lucrecia?
—Si. También he llevado un infantil, como algo nuevo. Hice la maestra una vez, personaje que tengo desde mucho antes que Lucrecia. Pero ella es la presentadora de la plaza. Allí viví muchas cosas, pero siento que el humor libera los miedos.
—¿Qué se viene para adelante en tu carrera?
—Tengo 41 años y desde los 17 actúo y vivo de esto. Por eso para 2020 me propuse, tranquila, a preparar mi unipersonal, con varios de mis personajes.
“Estoy muy atravesada por visibilizar cada cosa que pasa en la actualidad”, dice la actriz Rosa Salomón respecto su labor actual. “Hay gente que se querido meter en mi discurso, muchos partidos políticos, planteando que es territorio. Siempre los invito a participar, pero sin banderas”, asegura.
Con su personaje de Lucrecia Vichenza (así figura incluso en los créditos) la actriz bonaerense participó en “Corazón negro”, de Juan Manuel Ribelli. Es un thriller con rasgos de comedia negra sobre el tema de la transexualidad, que protagonizan Naty Menstrual y Daniel Valenzuela.
En el seminario que brindará en el Centro Cultural Provincial, la actriz desarrollará los siguientes contenidos: la actuación como medio de expresión en el arte escénico y arte callejero, desarrollo de un lenguaje propio, la improvisación como herramienta fundamental para la concreción del hecho teatral, el personaje, el relato y el texto afectado.