El santafesino terminó su nuevo disco, “Vivo por Ellas”, con canciones lentas de distintas épocas. Dice que para no encasillarse varía de estilo con frecuencia: “paso de la electrónica a los lentos y del blues al house”. Contó detalles de su nuevo trabajo y adelantó proyectos.
Gentileza producción Me gusta experimentar y hace un tiempo encontré la posibilidad de lograr un sonido diferente con el saxo ?más robótico?, explicó el músico.
El año pasado, el saxofonista santafesino Maximiliano Scotta grabó y lanzó el disco “Sesiones a las 6 p.m.”, con eje en el blues y algunos toques de rock. Su afán por la experimentación y por la búsqueda de caminos nuevos, lo llevó a variar su registro. Y a poco de finalizar 2019 presentó su nuevo trabajo, “Vivo por Ellas”, que incluye canciones lentas.
“Solo quería volver atrás y hacer canciones lentas, esas que se escuchaban en mi casa cuando yo era chico. Sentado en una alfombra, sonaba de fondo un disco de Fausto Papetti”, contó.
En este disco, Maximiliano volvió a trabajar en sintonía con el guitarrista ceresino Denis Alconchel, “un tipo que me entiende la onda del sonido que quiero”. Incluye nueve tracks que remiten a distintas épocas. Convocado por El Litoral, el artista brindó detalles de su flamante labor y adelantó algunas ideas y proyectos que tiene en carpeta.
—¿Qué búsquedas implicó “Vivo por Ellas” respecto a trabajos tuyos anteriores?
—Si bien últimamente estoy abocado a la electrónica y el house se puede decir que también me gustan los temas melódicos. Hace 10 años grabé algunos temas lentos, fueron grabaciones espontáneas en dos o tres estudios. Este disco sería una continuación de aquello.
—Analizar tu trayectoria implica encontrarse con un artista que hace de la búsqueda y la experimentación acciones constantes. ¿Hay algo de eso presente en este nuevo disco?
—Claro por eso siempre voy variando de estilos. Paso de la electrónica a los lentos. Del blues al house, no quiero encasillarme siempre en lo mismo. En la variedad está el gusto.
Presente y futuro
—Colaboraste varias veces con el guitarrista Ernesto Serotkin. ¿Qué balance hacés de esa experiencia?
—Hace mucho que nos conocemos y cada vez que voy a su casa a tomar un café me impresiona con los equipos o programas que utiliza. Aprendo mucho con él. Lo quiero invitar al estudio, así volvemos a grabar.
—¿Con qué músico o grupos te gustaría trabajar en el futuro?
—Estoy decidido a trabajar con el armonicista Javier Puccia un experimentador incansable un estudioso y manipulador del sonido. En un viaje que tuvimos hace poco, le comenté el proyecto electrónico que quiero realizar en 2020 y con su voz rasposa me dijo que sí.
—¿Qué proyectos se vienen para el corto y mediano plazo?
—Me gusta experimentar y hace un tiempo encontré la posibilidad de lograr un sonido diferente con el saxo “más robótico” a través de unas lengüetas de plástico que estoy fabricando. Además, voy a seguir grabando discos. Mi próximo objetivo es el estilo Electro Funk.