En la quinta y última sesión extraordinaria del 2019, el Concejo Municipal de Santo Tomé le dio “el mejor regalo” para estas fiestas de Fin de Año a la intendenta Daniela Qüesta: la aprobación del Presupuesto General de la Administración Municipal para el 2020. El Proyecto de Ordenanza remitido por el Ejecutivo santotomesino fijó en $ 2.062.048.751,43 el total de las erogaciones previstas para el año entrante. Poco más de la mitad de esa cifra es destinada al pago de sueldo del personal municipal, es decir unos $ 1.036 millones de pesos.
La “ordenanza madre” de la ciudad fue aprobada tras intensas instancias de debate, que permitieron alcanzar los consensos necesarios para lograr la luz verde de la propuesta.
Fue acompañada por seis concejales: Gabriela Solano, Natalia Angulo y Guillermo Rey Leyes (Frente Progresista Cívico y Social); María Ema Szretter de Reutemann y Fernando Alí (Cambiemos) y Ángel Piaggio (PJ). En tanto, los peronistas Rodrigo Alvizo y Julián Ilchischen votaron en contra, mientras que Florencia González (también de Cambiemos) se abstuvo.
Durante la sesión, los ediles frentistas hicieron hincapié en la confección del presupuesto, al que consideraron que se elaboró en un contexto “de mucha incertidumbre económica”. Así lo aseguró la presidenta del Cuerpo, Gabriela Solano, quien ponderó que “tiene los parámetros de la Ley de Presupuesto Provincial para 2020, con un crecimiento económico del 1%, una variación del nivel de precios del 47% de los recursos coparticipables, y un 35% sobre los recursos propios”.
Durante el debate, Solano pidió contextualizar la austeridad del presupuesto presentado en la situación actual del país. “Según nos manifiestan en el mensaje del Ejecutivo, la recaudación ha descendido producto de la crisis económica; obviamente se hace difícil para el vecino pagar impuestos cuando tiene que elegir entre eso o ir al supermercado”, admitió.
Una de las voces más críticas fue la de Rodrigo Alvizo, quien catalogó al presupuesto como “un ajuste sobre Educación y Ayuda Social”. Al fundamentar su voto, el legislador consideró que la “madre” de las ordenanzas de la ciudad “no se ajusta a ningún índice inflacionario para el año que viene, ni se corresponde con el (presupuesto) aprobado a nivel provincial”. “Prevé un déficit de 650 millones de pesos, sin dejar en claro cómo pretende hacer frente el Municipio a esta situación. Creemos que está diseñado para pagar sueldos como consecuencia de haber incorporado 550 personas al personal de planta en los 12 años de gestión municipal, es decir en promedio 44 por año, cuatro por mes y uno por semana”, disparó Alvizo.
Profundizando su cuestionamiento, precisó que “se destinarán 16 millones de pesos menos a ayuda social; en el caso del Liceo Municipal, se le decide destinar un 50% menos de dinero y se reduce en 10 millones de pesos el mantenimiento de semáforos y alumbrado público, cuando hace años estamos solicitando soluciones al respecto”. Para cerrar su argumentación, sentenció: “Se prevén casi 10 millones de pesos para difusión de actividades municipales, que muchas veces no se encuentran finalizadas o no responden a las necesidades de los vecinos y vecinas”.
Por su parte, la concejala de Cambiemos, Florencia González, reprochó las características del proyecto remitido por el Ejecutivo, ya que consideró que es “ficticio y alejado de la realidad”. En sus fundamentos, aseguró que su intención no es poner palos en la rueda, pero “no podemos acompañar un presupuesto que plantea un déficit de 600 millones de pesos, lo que representa el 30% del total”.
“No se contempla —prosiguió— ninguna información de crecimiento de la economía, ni de inflación ni de tipo de cambio, ni toma la información del presupuesto nacional o, en su defecto, del presupuesto provincial aprobado por la Legislatura santafesina; no sabemos sobre qué base realizaron las proyecciones sobre recursos y gastos del municipio‘, opinó González.
Otro de los interrogantes que planteó la edila estuvo centrado en el apartado Obras Públicas. En este sentido, opinó que “no está garantizada la obra pública municipal” ya que “de todo lo que se prevé recaudar, el 99% va destinado a pagar gastos corrientes, es decir pagos de sueldos y gastos de funcionamiento del municipio”. “Éste es un presupuesto de abandono de la ciudad”, fustigó.