Un comerciante y su empleado vivieron momentos de terror a manos de dos delincuentes que los asaltaron y golpearon, en un grave suceso ocurrido en barrio Don Bosco.
Un comerciante y su empleado fueron golpeados por dos delincuentes que robaron mercaderías y dinero. No hay detenidos
Un comerciante y su empleado vivieron momentos de terror a manos de dos delincuentes que los asaltaron y golpearon, en un grave suceso ocurrido en barrio Don Bosco.
La secuencia se inició poco antes del término del horario comercial cuando un hombre ingresó al local Saex indumentaria, ubicado en Castelli al 3500, y mostró interés en el precio de algunas prendas para luego retirarse.
Dicha actitud no fue más que una simulación por parte del supuesto “cliente” que, en rigor, lo que estaba haciendo era un estudio del terreno.
Esto quedó en claro apenas media hora después cuando el mismo sujeto regresó al comercio, aunque ahora estaba acompañado por otro individuo.
Al igual que en la primera “visita” los hombres comenzaron a preguntar precios. Y en un momento dado el comerciante debió ir hacia la parte posterior del local para buscar una vestimenta.
Fue en ese instante cuando uno de los rufianes lo siguió de atrás y lo encañonó. En simultáneo el otro malviviente repitió la acción con el vendedor, y de este modo tomaron el control del lugar.
Bajo amenazas de muerte ambas víctimas fueron obligadas a tirarse al suelo y permanecer quietas. Mientras tanto los rufianes sustrajeron gran cantidad de prendas como así también algo de dinero en efectivo.
No conforme con lo hecho hasta allí los ladrones hostigaron a los comerciantes a quienes golpearon con las culatas de sus armas, provocándoles lesiones a ambos en la zona de la cabeza y el cuello.
La pesadilla se prolongó durante varios minutos hasta que finalmente los delincuentes escaparon del lugar.
“En estos días de fiestas esta zona es un desastre. En las inmediaciones se hace un ‘rejuntadero’ de ‘drogones’ y de ‘chorros’ que andan deambulando por los negocios como sí nada. Este es el sexto robo que sufro en tres años y la verdad es que estoy un poco harto”, reflexionó Sergio Saex, titular del comercio asaltado, en diálogo con El Litoral.
“Debido a esta situación tuve que poner rejas, poner alarmas, pagar una seguridad privada y sin embargo nada ha mejorado. Me han roto vidrieras y me siguen robando. Ayer la policía llegó tarde como siempre. Los de la alarma me llamaban a mí, en vez de mandar a la policía”, se quejó.
El asalto dejó profundas secuelas en el ánimo del comerciante que tomó una drástica decisión.
“A contramano de otros comerciantes que esperan esta fecha porque aumentan las ventas, yo ahora he decidido cerrar. Esto lo hago porque quiero recuperar la tranquilidad mía y de mi familia. Prefiero perder dinero pero tener algo de paz. En este asalto golpearon a mi hijo. Y el empleado está peor porque quedó muy shockeado”.
Por último recordó otros tensos momentos que vivió durante los días previos a la final de la Copa Sudamericana que jugó Colón.
“Esos días fueron tremendos también. Hubo mucho trabajo, pero mucha inseguridad también. Yo tuve que aumentar la seguridad privada y pagarla de mi bolsillo. Ahora no sé qué voy a hacer. Quizás cierre todo enero”, culminó.