Le pegan al campo, pero el campo siempre responde. En 2019, la denomina región núcleo cosechó la producción más grande de la historia. Así, como se lee. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario es explicativo: entre soja (18/19), maíz (18/19) y trigo (19/20), la región núcleo terminó cosechando 41,3 M tn, es decir, 14,2 M tn más que el año anterior y 9,5 M tn más que el promedio de los tres años anteriores.
El caso de la soja merece una consideración especial. Y eso que 270 mil has no pudieron ser cosechadas por los excesos de agua. Sin embargo la soja dio batalla. El rinde promedio esta vez fue de 40 qq/ha contra 29 qq/ha de la 2017/18, con una producción de 20 M tn. La campaña 2017/18 fue signada por la sequía más importante de los últimos 50 años y le siguió, justo en la cosecha, un temporal de lluvias y temperaturas tropicales que castigaron aún más los rindes, dejando una producción en la región de tan solo 14,9 M tn. Por su parte, el maíz 18/19 alcanzó excelentes rindes promedios, en torno a los 111 quintales, que, sumado a la importante superficie implantada, dejó un saldo por encima de los 7 M tn respecto a lo cosechado en el 2018 y al promedio de los tres años anteriores.
El informe de la bolsa rosarina menciona el área sembrada 19/20 con trigo. Según la institución, fue la más importante de los últimos 16 años en la región: 1,7 M ha. Pero el trigo de la región dio pelea y la producción fue la más grande de los últimos tiempos, con marcas que superaron los 6 M tn. De esta manera la región núcleo cosechó en el 2019, 41,3 M tn, la producción más grande de la historia entre los tres cultivos: soja, maíz y trigo.
Pero los chacareros recibieron en los últimos días otro informe y éste sí aplacó sus sonrisas. Cada $ 100 de renta sobre los principales cultivos, los distintos niveles de gobierno se quedan con el 60%. El dato se desprende del último índice Fada (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) de 2019, que mide cada trimestre la participación del Estado en su conjunto sobre la renta agrícola. Si bien el nivel de quita en impuestos es mayor al de septiembre, no marca diferencia a nivel interanual. “Considerando derechos de exportación de 30% para soja y 12% para el resto de los cultivos, la medición de diciembre de 2019 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 60,4% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol. Es decir, que de cada $ 100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $ 60,40 se lo llevan los distintos niveles de gobierno”, aseveró el trabajo que, por supuesto, mereció innumerables comentarios del sector, con otro detalle que no se puede soslayar: los impuestos nacionales no coparticipables explican el 62,1% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. La composición central de estos impuestos son los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios. Pero los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, explican el 33,4% de los impuestos medidos. Aquí tenemos principalmente el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y el IVA.
Por último, el campo no olvida lo que viene con el tema retenciones. La Federación de Acopiadores envió una carta dirigida al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, para expresar su preocupación por el incremento de los derechos de exportación. Los números que analizó la Federación, que representa a los acopios de todo el país, son contundentes: “Con el nuevo régimen de derechos de exportación, un productor de 1.000 toneladas de maíz ve reducido su ingreso anual de $ 1.800.000 a $ 972.000. Si el esfuerzo fuese equitativo, un funcionario que cobra $ 138.500 al mes debería percibir ahora $ 74.800”, sostuvo el escrito.