La cadena Garbarino, considerada una de las más importantes en venta de electrodomésticos del país con 22% de participación y una facturación anual de más $ 25.000 millones, llegó a un acuerdo con sus bancos acreedores por una deuda de $ 4.000 millones en medio de la recesión y la fuerte caída del consumo desde 2018.
Ahora, la firma está en venta. La reestructuración les da un poder a los bancos para venderla y cobrar la deuda. El 85% de la deuda quedó en manos de los bancos Galicia y Santander, pero también figuran entre los acreedores HSBC, Patagonia, Banco Nación, Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Banco Provincia de Buenos Aires y Bancor.
Desde Inverlat señaron que “no hay un papel firmado todavía; es todo muy preliminar. Estamos empezando a ver el tema. La idea es salvar a la compañía, que tiene mucha deuda sobre capital en un momento de caída de las ventas. La empresa tiene experiencia en adquirir negocios en el piso que necesitan reestructuraciones, pero tienen una buena marca. Pasó con Havanna”.