Pymes industriales expresaron su necesidad de dar impulso a las exportaciones, ya que el tipo de cambio actual “alienta a buscar nuevos mercados” y las fábricas viven “un momento determinante para mejorar las condiciones” para vender al exterior.
Aseguran que es el momento adecuado para hacerlo.
Pymes industriales expresaron su necesidad de dar impulso a las exportaciones, ya que el tipo de cambio actual “alienta a buscar nuevos mercados” y las fábricas viven “un momento determinante para mejorar las condiciones” para vender al exterior.
“Estamos en un momento bisagra para las exportaciones industriales, porque nos encontramos ante un tipo de cambio que alienta a buscar nuevos mercados, y a recuperar muchos otros que se perdieron por falta de competitividad y no por calidad de los productos”, sostuvo el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato.
Según el dirigente, “los países latinoamericanos, y especialmente del Mercosur, tienen una enorme predisposición para comprar manufacturas argentinas”.
“Las consultas que nos llegan al IPA son constantes y por eso es importante saber que es un momento determinante para mejorar las condiciones que tienen las fábricas para exportar”, añadió.
La entidad tiene previsto presentar propuestas en materia exportadora “teniendo en cuenta el compromiso que tomaron las fábricas para ayudar al país en un momento en que se necesitan generar divisas”, enfatizó Rosato.
A su criterio, todos deben “ser parte de la reactivación, a través de análisis, propuestas, hechos y esfuerzos, porque ningún Gobierno en soledad podrá resolver este problema, pero tampoco ningún sector está en condiciones de garantizar el crecimiento de todos”.
Pedido de Came
En otro orden, pese a que el norte no consiguió la diferenciación que le pidió al ministro Luis Basterra, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) insistió con su pedido de reducir las retenciones para las economías regionales.
En concreto, lo que exige Came es que el impuesto no supere el 5% para las producciones de arroz, maní, legumbres, lácteos, algodón, tabaco y cítricos, entre otras, que hoy aportan el 9% según el Decreto 37/2019.
“Es importante que se definan como productos de las economías regionales a aquellas actividades agroindustriales que posean una alta incidencia en la economía de la región en la que se desempeñan y requieran la contratación de mano de obra intensiva”, expresó Eduardo Rodríguez, titular del sector representativo de las pymes agropecuarias de Came.
Además de hablar con Basterra, la entidad le envió notas a Martín Guzmán, de Economía, y a Matías Kulfas, de Desarrollo Productivo, pero todavía no obtuvo respuestas.
En ese sentido, desde el sector de Economías Regionales de la confederación recordaron que nuclean a más de 430 entidades de pequeños y medianos productores de todo el país de 32 complejos productivos.
“Además de padecer una asfixiante presión impositiva a nivel local, también deben afrontar, en ciertos mercados internacionales, el pago de aranceles que atentan contra la competitividad de sus actividades”, resaltaron.
Dulcor en problemas
La fabricante de dulces Dulcor, radicada en la provincia de Córdoba, indicó que el encarecimiento de los costos de financiamiento y el acortamiento de los pagos generaron un “cuello de botella financiero” que los obliga a reestructurar su deuda.
“Estamos evaluando distintas alternativas y soluciones para dar cumpliiento a los mismos”, señaló en el informe.
A pesar del default, la entidad aclaró que su funcionamiento industrial y comercial se está llevando en condiciones normales.
Dulcor cuentas con diversas marcas bajo su mando como Veneziana, Vanoli, Yuspe, Esnaola y Cormillot. Su producción alcanza a más de 25 países.
Vicentín: Día D
Notable expectativa en el sector acopiador y entre los productores granarios por el futuro de Vicentín. El Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario resolvería intimar al grupo a cumplir con el pago de una primera demanda.
Es por ello, que al cierre de la presente edición, el grupo Vicentín buscaba acordar un plan de pagos con sus acreedores para permitir salir a flote en el marco de una profunda crisis que lo deja al borde del cierre, con su consecuente impacto en toda la cadena económica regional y nacional.
De no cumplir con este paso, la firma nacida en la localidad de Avellaneda, podría ser dada de baja como corredora de bolsa.
“Lo que Vicentín está buscando es un acuerdo con los principales acreedores comerciales, aquellos a los que les compró granos y no les pagó, a los que les debe alrededor de 350 millones de dólares, para que le vuelvan a girar granos y así volver a reactivar el giro comercial y poner sobre la mesa un plan de pagos de todos los granos ‘defaulteados”, dijo un allegado a las negociaciones.