El deportista argentino dio la vuelta al mundo en soledad en 1942 a bordo de un pequeño velero. Su hazaña es poco conocida. Y el cineasta Rodolfo Petriz cuenta su historia a las nuevas generaciones.
Gentileza producción En esos atardeceres gesté la idea de marchar siempre rumbo al amanecer , escribió alguna vez en su bitácora de viaje Vito Dumas, mientras daba la vuelta al mundo.
“La guerra destroza la vida de millones de personas. Hoy más que nunca necesito ir al mar para demostrar que no todo está perdido, que aún quedan soñadores, románticos, visionarios”. Eso escribió el joven Vito Dumas en su bitácora de viaje en 1942, cuando decidió soltar amarras desde el puerto de Buenos Aires para salir a dar la vuelta al mundo en solitario a bordo de un pequeño velero, el Lehg II, a través de la denominada ruta imposible, por el paralelo 40 sur y a través del temible Cabo de Hornos.
Las increíbles vivencias de este argentino que durante la primera mitad del siglo pasado —del 27 de junio de 1942 al 8 de septiembre de 1943— hizo historia en la navegación mundial, fueron rescatadas del olvido por el cineasta Rodolfo Petriz, que este 9 de enero estrenó su opera prima, la película “El navegante solitario”. Se trata de un documental que utiliza diversos recursos, como la animación y la ficcionalización, para aproximarse a un mito viviente, a un personaje fascinante cuya inmensa trascendencia fue opacada por los vaivenes de la historia argentina.
“Emprendo este desafío, inútil para muchos, para mostrarle a la juventud de América que el materialismo que domina el mundo es ilusorio, que otra forma de vida es posible”, escribió en aquella bitácora Dumas. Esas líneas formaron parte luego de su relato en el libro “Los Cuarenta Bramadores”, cuyo nombre hace referencia al paralelo 40.
“El navegante solitario” se estrenó en el Cine Gaumont de Buenos Aires, tras su debut mundial en el marco del 21° Bafici Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, dentro de la sección Personas y Personajes. “Tengo la intención de que la película pueda llegar a presentarse también en Santa Fe, donde ya inicié gestiones”, le dijo Petriz a El Litoral, además de girar por distintas salas de otras ciudades del país. La fecha de presentación en la ciudad sería entre febrero y marzo próximo.
Al rescate de un personaje
“El Lehg II navega en un infierno que ruge. El océano pese a ese rugir, está majestuoso”, escribió hamacado por las olas Vito Dumas. “Las olas se elevan como murallas y se abalanzan después a gran velocidad. Superan los 15 metros de altura”, describió. Juan Domingo Perón elogió las hazañas de Dumas, y le dio un rol importante en un proyecto náutico que no prosperó. Sin ser peronista, Dumas quedó ligado a ese movimiento y fue víctima de calumnias y discriminación, por provenir de un hogar humilde y ser un distinto dentro de la náutica argentina. Fuera del mundo náutico su figura es hoy desconocida para las nuevas generaciones.
La película fue filmada en Francia, España, Uruguay y Argentina, e incluye una gran cantidad de testimonios entre los que se destacan el de Diego Dumas, nieto de Vito, y el del investigador Ricardo Cufré, quien junto a Pablo Alonso, escribió la biografía Vito Dumas, testimonios de la leyenda.
Las hazañas de Dumas no se circunscriben sólo a haber dado la vuelta al mundo. Cuatro travesías épicas realizadas entre 1931 y 1955 lo encumbraron como el navegante solitario más grande de la historia, elevándolo al Olimpo de los ídolos populares. Pero todo héroe también desciende a los infiernos. La envidia de unos y el odio de otros desvirtuaron su figura hasta intentar convertir a Dumas en el “innombrable” de la náutica argentina.
Historia de una historia
“No conozco la ciudad de Santa Fe pero la presentación de la película sería una buena excusa para conocerla”, le dijo Rodolfo Petriz a El Litoral. Además de cineasta es profesor de Filosofía (UBA) y Magister en Periodismo Documental (Untref). “El navegante solitario”, film del que es director, productor y guionista, es su primer largometraje documental.
“Mi primer acercamiento a la figura de Vito Dumas fue en el 2000, mientras asistía a un curso de Timonel de yate. Años más tarde, cayó en mis manos ‘Los cuarenta bramadores’. Me apasionó la dimensión épica de sus travesías y la capacidad de resistencia física y mental que poseía, cualidades que le permitieron sobrevivir a sus arriesgadas empresas”, cuenta el director.
“Sin embargo, esos logros son sólo una parte de su apasionante historia de vida. La otra parte, la envidia que en su momento provocaron sus hazañas en una parte de la élite náutica local, la leyenda del ‘mufa’, el descrédito al que fue sometido por su cercanía al peronismo luego del golpe de estado de 1955, el reconocimiento a nivel mundial como el navegante solitario más grande de la historia, forman una amalgama que hacen que nos encontremos ante una personalidad única de la historia argentina”, dice Petriz.
La película aborda también el secreto del nombre del velero Lehg II. “Su hijo explica allí su significado”, anticipa Petriz.