El Gobierno nacional oficializó la creación del Plan Nacional “Argentina contra el Hambre” en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social, el cual tiene el objetivo general de “garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población y familias argentinas”.
El Plan fue puesto en marcha mediante la resolución 8/2020 de la cartera que tiene a su cargo Daniel Arroyo, la cual fue publicada este lunes en el Boletín Oficial. Uno de los ejes centrales del programa es la implementación de la Tarjeta Alimentaria.
Se trata de una asignación a madres y padres con hijos e hijas de hasta 6 años que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas a partir de los tres meses que cobran la Asignación por Embarazo y personas con discapacidad que reciben un monto mensual fijo para comprar alimentos, a excepción de bebidas alcohólicas.
En el decreto se remarca que el plan tendrá “especial atención en los sectores de mayor vulnerabilidad económica y social”. En los fundamentos del decreto se señala que para “dar respuesta a la problemática del hambre en la República Argentina se requiere de un enfoque integral, en tanto la seguridad alimentaria está asociada al bienestar social y a su expresión en diferentes dimensiones (economía, cuidado, salud y educación entre otras)”.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, dijo que el Gobierno espera llegar con la tarjeta alimentaria “prácticamente a todo el país”. El funcionario nacional ya cerró los convenios con Entre Ríos, Chaco, Catamarca, La Rioja, Buenos Aires y Salta. Mañana a las 10:30 en la sede de la gobernación santafesina en Rosario hará lo propio con el gobernador Omar Perotti.
“Vamos a llegar con la tarjeta al 80% del país”, dijo Arroyo días atrás. Indicó que esperan “extender rápidamente” la Tarjeta Alimentaria, en el marco del plan Argentina contra el Hambre, incluso en “zonas alejadas”, hasta donde se llegará con “módulos sanitarios y de otras maneras”.
Desde su implementación a mediados de diciembre, “el 93% de las madres ha retirado la tarjeta”, según informó Arroyo, y explicó que “con ese 7% que no lo hizo, empezamos a cruzar datos y luego las vamos a buscar”, para que puedan retirar la tarjeta.
De acuerdo a los primeros datos, añadió el funcionario, “mucha gente fue a comprar leche y eso es muy positivo”, porque “en Argentina hay un problema de hambre y otro de malnutrición”, por lo que “la clave está en los más chicos, porque si comen mal se le va a complicar” en el futuro.
El último de los acuerdos del ministro Arroyo fue firmado con Axel Kicillof. “En la provincia de Buenos Aires son 560 mil tarjetas, y llegamos a un millón de chicos. El presidente Alberto Fernández fue claro que la prioridad es que no puede haber hambre en Argentina”, destacó el ministro, que dispuso que en una primera etapa las asistencias lleguen al conurbano bonaerense.