Por Edgardo Urraco
Por Edgardo Urraco
Es tiempo de preparativos de vacaciones para quienes tienen las posibilidades económicas y la suerte de viajar a los destinos turísticos tradicionales. Ellos son la costa atlántica, las sierras cordobesas, las playas del sur, los parajes de ensueño patagónicos, los lugares paradisíacos en México, Brasil, Estados Unidos, Hawái, Canadá y Francia entre otros que la naturaleza le ha regalado al mundo. Según las distancias, el estado de las “billeteras” y aun las preferencias, los viajes son realizados en automóviles, colectivos, aviones o cruceros.
Los que por cualquier motivo decidan trasladarse en auto, debieran cumplir rigurosamente la normativa vial, comenzando por la revisión del vehículo comprobando el estado de los frenos, la dirección, la amortiguación y los neumáticos. Y ya en las rutas, que cada vez son más peligrosas debido al aumento del parque automotor, habrá que respetar las velocidades máximas, las condiciones de sobrepaso, las horas de sueño y las paradas para descansar.
La historia de accidentes en rutas y hasta en autopistas, da cuenta de los casos en los que una feliz excursión vacacional se convirtió en un lamentable siniestro. Habrá que extremar precauciones para que un viaje de vacaciones termine siendo un grato recuerdo familiar.