La defensa del dueño de la finca en la que está el pozo en el que murió Julen, el pequeño de poco más de dos años que fue rescatado sin vida 13 días después de caer en dicha prospección hace un año, y la acusación que representa a los padres del niño han llegado a un principio de acuerdo que evitará el juicio, previsto para este martes.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, quienes han apuntado que el principio de acuerdo supone que el procesado aceptará los hechos por los que es acusado y un año de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave y se compromete a pagar una indemnización a los padres.
Según la agencia EFE, este pago podría ascender a 180 mil euros (cerca de USD 200 mil).
El pacto deberá ser ratificado por el acusado, David Serrano, y por todas las partes (Fiscalía, acusación particular y defensa) ante el titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga que este martes tenía previsto comenzar el juicio y que tendrán que dar el visto bueno y dictar sentencia de conformidad.
Hace poco más de un año, el domingo 13 de enero, Julen cayó en un pozo en Málaga y mantuvo en vilo a España, mientras el correr de las horas y los días desvanceía la esperanza de encontrarlo con vida.
En una misión sin precedentes y sembrada de riesgos, un grupo de mineros de élite cavaron primero un túnel vertical en paralelo al profundo pozo de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad donde cayó Julen Roselló. Más de 300 personas participaron en las labores de rescate.