“Estamos todos luchando por el clima y por el medioambiente. Pero si lo miran desde una perspectiva general, en la práctica no se ha hecho nada” denunció la sueca de 17 años a su llegada al foro, donde este año se espera también la presencia, el miércoles, del líder opositor venezolano Juan Guaidó.
Thunberg lamentó además las dificultades para transmitir su mensaje a pesar de su presencia mediática.
“Hay una diferencia entre hacerse oír y que eso lleve a algo (...) Siempre me escuchan pero la ciencia y la voz de los jóvenes todavía no están en el foco de atención”, afirmó.
Trump y Thunberg simbolizan el abismo entre la visión de los que, como el presidente estadounidense, creen que la protección del medio ambiente es un freno al crecimiento económico y la de una joven generación que pide medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde.
“¡Rumbo a Davos, Suiza, para reunirnos con líderes mundiales y empresariales y llevar buena política y cientos de miles de millones de dólares adicionales a Estados Unidos!”, tuiteó Trump este martes, que no dudó en calificar a sur país de “número uno del universo”.
Trump llegó a Davos a primera hora de la mañana, el mismo día en que empieza en Washington su proceso de destitución.
Aunque no hay previstas reuniones ni diálogo entre ambos, que se han ensarzado a veces en polémicas en Twitter, no puede descartarse un encuentro más o menos fortuito en el espacio reducido donde se celebra el foro.
El Foro Económico Mundial —fundado en 1971 por el economista alemán Klaus Schwab y que este año celebra su edición número 50— ya advirtió en su informe sobre riesgos globales, publicado la semana pasada, que el cambio climático “es más fuerte y más rápido de lo esperado”, con temperaturas que podrían subir hasta tres grados a finales de este siglo.