“Es imposible mantener tarifas cuando el principal el principal insumo, la energía mayorista que la Epe compra a los generadores, aumentó entre 2015 y 2019 un 6.000%”, resumió Verónica Geese, la ex secretaria de la Energía del gobierno anterior.
La ex titular de Energía dice que el costo del servicio está “en el mismo nivel” de 2015, si se mide en moneda constante. Advierte que es una de las empresas con menos deuda a nivel nacional.
“Es imposible mantener tarifas cuando el principal el principal insumo, la energía mayorista que la Epe compra a los generadores, aumentó entre 2015 y 2019 un 6.000%”, resumió Verónica Geese, la ex secretaria de la Energía del gobierno anterior.
La ex funcionaria dijo que si el costo del servicio que proporciona esa empresa “se mide en dólares”, es decir, en valores constantes, no hay variaciones importante en los cuadros tarifarios. Obviamente, admitió que para el usuario hubo un impacto en su bolsillo, en el marco de la devaluación del peso y la suba de tarifas que debió seguir el ritmo de los aumentos en el llamado nivel mayorista de la energía.
Los cuadros estadísticos que presentó en su cuenta de twitter muestran que las tarifas de la Epe, para cuando el Frente Progresista dejó el gobierno -en diciembre de 2019- estaban en un nivel parecido al que tenían en ese mes de 2015, siempre y cuando se las convierta de pesos a dólares.
Según los cálculos que presenta Geese, cuatro años atrás, el cargo fijo de los clientes residenciales era equivalente a U$ S 4,32 y pagaban por kilovatio un promedio de U$ S 0,07. Hoy el primer ítem baja a 1,24 dólares y el kw/h crece unos centavos del billete verde, con U$ S 0,09.
Algo similar ocurre -según los datos presentados por la oposición- con las clientes comerciales e industriales. En ambos el cargo fijo cae de algo más de 89 dólares a 3,20.
La ex integrante del gabinete que acompañó a Miguel Lifschitz admite que para los usuarios que en su enorme mayoría tienen sus ingresos en pesos, hubo un impacto en el costo del servicio, pero subraya que para la discusión económica que se ha planteado es importante mostrar la evolución de las tarifas en moneda constante.
Cabe destacar que los cálculos presentados por la oposición parten de considerar el dólar oficial (con el paralelo los números les darían aún mejor). En diciembre de 2015, el dólar a 9,60 y el del mes pasado a 63 pesos, es decir, sin el impuesto del 30%.
La oposición decidió rechazar las declaraciones de la ministra de Infraestructura, Servicios Públicas y Hábitat, Silvina Frana, y ahora fue el turno del área energética.
Geese mantiene muy activa su cuenta en la red social mencionada, y ha apuntado sus cañones a dos aspectos de las declaraciones de la ministra Frana: el nivel real de las tarifas y lo que la Epe le pagó a Cammesa en enero por la energía entregada en diciembre.
Para el primer caso, cruzó una expresión de Frana que parece sacada de su participación en la campaña electoral: “lo único que puede ser una solución es que en Santa Fe las tarifas vuelvan al nivel de 2015”.
Y respecto de lo que la Epe le deba a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista (que une a generadores, transportistas y distribuidores), Geese le recordó a la funcionaria que la compañía santafesina quedó con un nivel de endeudamiento que es de los más bajos del país, muy inferior a las privadas de capital federal y las bonaerenses o la Epec de Córdoba.
En rigor, aunque impactan los 4.600 millones de la Epe con Cammesa, estos no llegan al 2% de lo que la compañía recauda cada año.
Un informe interno de la Empresa Provincial de la Energía muestra que durante 2019 el consumo de electricidad bajó “en casi un 3%” respecto de 2018.
El miércoles 11 de diciembre se registró el pico de demanda del mes pasado, con 2.182 megavatios. Quedó lejos del máximo histórico, que data de febrero último, con 2.446 megavatios.
Según los datos de la Gerencia Comercial de la Epe, se puede diferenciar la demanda de energía total del año 2019 respecto de 2018 por segmento de pequeños usuarios. Así, en el rango residencial se retrajo 11 por ciento; en el industrial disminuyó 8 por ciento y en el comercial también decreció 8,6 por ciento. Impacta en un universo del 40 por ciento de la energía entregada, pero se toma como un indicador claro de la retracción económica.
Los usuarios santafesinos de la energía eléctrica bajaron en conjunto un 2,6% sus consumos en diciembre de 2019, respecto del mismo período del año anterior.
El registro comprende tanto los clientes de la Empresa Provincial de la Energía como los Grandes Usuarios que compran el fluido en el mercado mayorista y brinda un panorama de la difícil situación para la actividad económica.
Los hogares usaron un 11% menos, las industrias 8% por debajo de diciembre de 2017 y los comercios otro 8,6%, en la misma dirección.
Entre los usuarios residenciales es evidente que -pese a enfrentar temperaturas similares al mismo mes del año anterior- se cuidó el consumo y seguramente se utilizó menos el aire acondicionado. Un 40% de ese segmento está constituido por las llamadas “pequeñas demandas”, donde se observó la caída más fuerte.
El termómetro no fue el responsable del descenso en el medidor: el promedio de la temperatura en diciembre de 2019 fue de 23 grados, igual a la registrada en el mismo mes de 2018 y apenas abajo de la media histórica del mes (23,6 grados).