El nuevo gobierno libanés advierte que se enfrenta a una "catástrofe" económica
Archivo
13:42
El nuevo primer ministro libanés, Hassan Diab, reconoció este miércoles pocas horas después de anunciar su Gabinete que el Ejecutivo se enfrenta a una "catástrofe" en medio de las protestas que continúan en el país y que afectaron a la ya desastrosa situación económica.
"Nos enfrentamos a un estancamiento económico y financiero, y debemos aliviar el impacto de esta catástrofe sobre los libaneses" afirmó Diab, en un comunicado leído por el secretario general del Consejo de Ministros, Mahmoud Makeya, en el palacio presidencial de Baabda.
El Líbano es uno de los países más endeudados del mundo y sufre una escasez de divisas en una economía fuertemente dolarizada, lo que había afectado a varios sectores incluso antes del estallido iniciado el pasado 17 de octubre que clama contra la corrupción y la mala gestión de la clase dirigente.
Este miércoles, se celebró la primera reunión del nuevo Gabinete, que se compone de 20 ministros, entre ellos seis mujeres, incluida la titular de Defensa, Zeina Askar, la primera mujer que ocupa este cargo en el mundo árabe.
Tras la reunión, Diab señaló a los medios que los libaneses "tienen el derecho" de seguir reclamando, pero subrayó que la "parte negativa" del movimiento popular no sirve a los manifestantes pacíficos, en alusión a la violencia de la semana pasada en la capital que dejó más de 500 heridos, según datos de la Cruz Roja libanesa y del cuerpo de seguridad.
Por su parte, el jefe de Estado libanés, Michel Aoun, señaló en un comunicado que la misión de Diab es "precisa" y "debe ganar la confianza de los libaneses y trabajar para conseguir las metas a las que aspiran".
También afirmó que existe "un plan económico preparado" dirigido "a la situación económica, a restaurar la confianza de la comunidad internacional en las instituciones libanesas y a trabajar para asegurar el futuro", sin ofrecer más detalles según informó la agencia de noticias EFE.
Pese al anuncio del nuevo gobierno, anoche los libaneses salieron a las calles y esta mañana bloquearon carreteras en diferentes puntos del país mostrando su rechazo al gabinete, que consideran que no es independiente tal y como había prometido Diab.
Sin embargo, el jefe de Gobierno, apoyado principalmente por el grupo chiíta libanés Hezbollah, insistió ayer que su gabinete era tecnócrata y que ninguno de los nombrados tenía experiencia política.
Los cargos en el Líbano son asignados por pertenencia religiosa en un país en el que hay 18 comunidades diferentes y en el que, según la Constitución, el primer ministro tiene que ser musulmán sunnita, el presidente de la República cristiano y el del Parlamento musulmán chiíta.