Rubén Michlig es el ministro de Gestión Pública, cartera gestada por Omar Perotti desde asiste al gobernador en todo lo inherente al gobierno y el control internos, a la planificación de políticas que impliquen la reforma administrativa del Estado, la aplicación del régimen municipal y comunal y la difusión y publicidad de los actos de gobierno.
Más allá del rol político que tiene en el gabinete, a su cargo está todo el trámite administrativo y revisión del despacho que cursen al gobernador, los ministros y los secretarios de Estado, así como en el registro, protocolización, formación de índice y custodia de todo decreto que se suscriba. Con el despacho en planta alta de Casa de Gobierno apenas una puerta lo divide de las dependencias que ocupa Perotti.
Es responsabilidad de Michlig además la Imprenta Oficial, todos los servicios que se prestan en Casa de Gobierno, la red de comunicaciones, los servicios de movilidad del gobierno, las delegaciones del gobierno en Rosario y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como el Archivo General de la provincia..
Michlig nació en Pilar, dpto Las Colonias, hace 64 años, y vino a esta capital para estudiar Ciencias Económicas en la UNL donde se graduó de contador público nacional. Se hizo en la administración del Estado desde abajo y llegó a ocupar el cargo de subcontador general. En sucesivas gestiones justicialistas fue secretario de Hacienda, y en otras ocasiones ocupó cargos en la gestión municipal capitalina. En el segundo gobierno de Jorge Obeid fue ministro Coordinador y en esa etapa discutió y logró varias reformas legislativas especialmente referidas al sistema previsional santafesino.
Defensor acérrimo de los equilibrios fiscales, es además un estudioso e incansable analista del comportamiento de las cuentas públicas. Durante los doce años del gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social, se ocupó de asesorar a los diferentes bloques justicialistas de la Cámara de Diputados en temas económicos y financieros. “El déficit cercano a los 20 mil millones genera dificultades en el funcionamiento del gobierno para pagar sueldos, proveedores, servicios, contratistas. El gasto hoy sigue por arriba de la recaudación y hasta que la brecha no se cierre, obliga a recurrir a medios extraordinarios de financiamiento” le dijo a El Litoral. Insiste en que para afrontar una deuda flotante de 30 mil millones de pesos es necesario tener herramientas extraordinarias para hacerle frente.
Fue uno de los hombres centrales designados por Perotti para la transición con Miguel Lifschitz. Centralizó la información que se gestionó en algunas de las áreas del Estado y cuando el Frente Progresista avanzó con el justicialismo en el Senado con la sanción del Presupuesto 2020, se ocupó de gestionar algunas modificaciones en la Cámara de Diputados para atemperar los efectos sobre la futura administración.
Padre de tres hijos, su segundo nieto llegó a los pocos días de asumir como ministro de Gestión Pública. Simpatizante de Colón no deja de sorprenderse con el diluvio padecido en Asunción del Paraguay con motivo de la final Sudamericana entre el equipo santafesino e Independiente del Valle de Ecuador.
Su hobby favorito sigue siendo jugar al fútbol aunque se queja de que ahora sus amigos lo mandan al banco de suplentes en el picado semanal que se repite desde hace años.