El subsecretario para América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores de México, Jesús Seade, advirtió que el país no será la "alfombra roja" de los cientos de migrantes centroamericanos que en los últimos días se agolpan en la frontera sur en su periplo para llegar a Estados Unidos y que en ocasiones fueron reprimidos por la Guardia Nacional.
"Seguimos con los brazos abiertos, exigiendo identificación, pero no nos corresponde extenderles una alfombra roja y decirles, pasen a Estados Unidos", expresó el jueves por la noche Seade durante una entrevista concedida al diario mexicano El Universal.
Seade insistió en que México permitirá la entrada de todas aquellas personas que lo hagan de manera ordenada y con intención de trabajar, pero no serán el "pasillo" hasta la frontera norte.
En apenas unos días, cientos de hondureños, a los que también se han sumado guatemaltecos y salvadoreños, atravesaron la región hasta llegar a la frontera con México, cerrada y fuertemente custodiada por la Guardia Nacional, que esta semana repelió en varias ocasiones los intentos de los miles de migrantes de intentar ingresar en el país de forma irregular, en ocasiones utilizando gases lacrimógenos.
Este accionar de la nueva y polémica fuerza de seguridad, que incluye militares, provocaron fuertes críticas hacia el gobierno del presidente Andrés López Obrador, quien, no obstante, celebró cómo las autoridades "lograron aplicar la ley sin violar los Derechos Humanos durante las últimas intervenciones de la Guardia Nacional en la frontera".
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó en un comunicado "todo acto de violencia contra la integridad y seguridad" de todas aquellas personas, en el marco de los desplazamientos masivos de migrantes centroamericanos hacia México durante las últimas semanas, citó la agencia de noticias Europa Press.
El organismo dijo haber recibido quejas de las actuaciones de la Guardia Nacional en su intento por detener el paso de los migrantes el pasado 20 de enero, por lo que pidió a las autoridades que intenten "prevenir y evitar hechos susceptibles de violar los Derechos Humanos".
Ante el desarrollo de los acontecimientos, la CNDH indicó que mantiene su presencia "con personal adjunto" en los puntos más conflictivos, como en el Puente Internacional Rodolfo Robles que cruza el río Suchiate, con el objetivo de "brindar la atención y el acompañamiento que requiera este grupo de personas una vez ingresen en territorio mexicano".