A la una de la madrugada del jueves, Cristina Fernández de Kirchner despegará desde Ezeiza con destino La Habana. A las 9:50 del viernes 7, el presidente Alberto Fernández aterrizará en un vuelo de Air France proveniente de París. Durante esas 32 horas y 50 minutos quien quedará al frente del Poder Ejecutivo será la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.
Ledesma fue diputada nacional y gobernadora de Santiago del Estero y es la esposa de Gerardo Zamora, el poderoso mandatario de esa provincia del norte que se define como radical pero desde la década pasada juega aliado al peronismo a nivel nacional. Actual presidenta provisional del Senado, la santiagueña ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión presidencial.
Zamora también fue presidente provisional del Senado, en las épocas en que su mujer era la gobernadora de Santiago del Estero.
Pero no llegó a estar en la posición que ahora enfrentará su esposa de quedar al frente del Poder Ejecutivo, aunque solo durante un puñado de horas. "Nunca firme el libro notarial de traspaso presidencial", dijo el mandatario.
La elección de Claudia Ledesma como presidenta provisional del Senado fue una jugada sorpresiva de Cristina Kirchner, a fines de noviembre pasado. La mesa chica de la vicepresidenta se enteró de que la santiagueña era la elegida apenas horas antes de que se hiciera público.
Fiel a su estilo de resultar imprevisible, Cristina ni siquiera había enviado señales a Santiago del Estero de que estaba pensando en la senadora para la presidencia provisional. Es más: el lunes 25 de noviembre, cuando la noticia trascendió, en la gobernación santiagueña aún no habían sido notificados siquiera de manera reservada.
El martes 26, cuando Zamora se encontraba de viaje y sin señal de celular por el interior de su provincia, Cristina Kirchner llamó por teléfono a Claudia Ledesma y la convocó. La senadora voló a Buenos Aires sin llegar a hablar con su marido.
Aunque inesperada, vista en perspectiva la elección de la senadora resultó previsible. Para empezar fue una recompensa al tamaño del triunfo que logró Zamora. La fórmula presidencial del Frente de Todos obtuvo en Santiago del Estero la victoria más aplastante de todo el país: cosechó casi el 75% de los votos. La diferencia que el FdT le sacó a Juntos por el Cambio fue de más de 55 puntos.
Pero hay más. Zamora fue uno de los pocos gobernadores que se mantuvo leal a CFK aun en sus peores momentos.
Siempre se mostró opositor a Mauricio Macri. El año pasado, Zamora fue el primer gobernador en salir a celebrar la postulación de Alberto Fernández a la presidencia.