La firma con sede central en Gualeguaychú tiene la denominación RPB S.A. y fue fundada hace 60 años por Rufino Pablo Baggio (padre), quien junto a su esposa, María Celia Munilla, tuvieron cuatro hijos, una mujer y tres varones. La mujer vendió sus acciones a uno de sus hermanos, por lo que éste quedó como accionista mayoritario, sin embargo no es parte del directorio de RPB S.A., porque si bien la titularidad de las acciones las tienen los hijos, el usufructo lo tiene la madre, viuda del fundador, y aunque ella no participa del directorio, es la encargada de elegir al presidente y el elegido es uno de los hijos con acciones minoritarias.
Según una publicación de diario El Día, de esa ciudad, se denunció en los fueros locales y federales, una estafa o un vaciamiento, según se escuche a cada uno de los bandos en disputa, donde se enfrentan los hermanos.
La faltante ascendería a 7 millones de dólares, y desde la empresa se adujo que fueron víctimas de una estafa, mientas que la parte de la familia que no está en el directorio, denuncia la fuga intencionada de capitales líquidos y en efectivo.
Precisamente en varios medios gráficos de Entre Ríos y Buenos Aires, se publicó una solicitada que firma el directorio de RPB S.A. donde se denuncia que en diciembre fueron estafados en un monto importante, sin dar detalles de la cantidad, pero aclarando que “representa un porcentaje no significativo” en relación a la facturación mensual.
Sin embargo, miembros de la familia Baggio y accionistas de la firma, que no son parte del directorio, denunciaron que lo sucedido no fue una estafa sino un desvío a cuentas off shore del capital líquido de RPB S.A. y que rondaría los 7 millones de dólares, es decir 441 millones de pesos según el cambio oficial.
La denuncia en la Justicia, Fiscalía a cargo de Guillermo Biré, que tramita con el número 77/20, por “maniobras indebidas, vaciamiento y giros a paraísos fiscales por parte de la empresa RPB S.A.”, la presentó Diana Veronesi, una trabajadora de rango en la firma, y fue ella a quien le habría llegado un mail por parte del directorio con la orden de hacer los giros y las movidas monetarias. Según se supo más tarde, esos correos con las órdenes de transferencias eran falsos y apócrifos, similares a los que utilizan los hackers cuando quieren emular un sitio bancario para estafar a personas.
Y continúa la crónica explicando que “el dinero se retiró de más de 40 cuentas off shore radicadas en Asia, y esos dólares (los 7 millones) fueron retirados en efectivo en China. A partir de este momento, el dinero desaparece y es imposible de rastrear. Todo esto habría pasado en un lapso de apenas días”. El medio gualeguaychuense cita como fuente a una persona “muy cercana a la familia”, quien además agregó: “Fue un robo a mano armada y no el acto de un empleado, que en este caso es Diana Veronesi, a la cual están intentando hacer responsable de alguna manera”.
Los hermanos Baggio se enfrascaron en una pelea que ya lleva años. “Al accionista mayoritario hace años que no le permiten entrar a la empresa, y el único acceso a la información que tiene es desde los balances, y todos saben que los balances se pueden dibujar”, confesó un miembro de la empresa que quiso mantener su anonimato por miedo a perder su fuente de trabajo.
“Queremos dar a conocer un hecho ilícito sufrido por RPB SA y cometido contra parte de la familia Baggio”, comienza la solicitada. En Gualeguaychú, la ciudad donde está emplazado el núcleo de esta conocida empresa familiar de jugos pero también de lácteos, vinos, aceite de oliva y mermeladas, entre otros la noticia es pública desde diciembre, cuando se realizó una denuncia por estafa.
Desde entonces hay versiones cruzadas casi para todos los gustos sobre el tema. La propia empresa reconoce que hay “personas en conflicto de intereses con RPB SA y con socios de la misma”.
Se menciona también que una empleada habría sido engañada con técnicas de phishing, la metodología hacker por la cual por medios electrónicos se induce a realizar depósitos, transferencias o cesión de datos con fines ilegales. Engañada, siempre según la denuncia, la empleada habría transferido ese dinero a varias cuentas en el exterior.
“No podemos hacer ningún tipo de aclaración contextual hoy, sí en la semana, por hoy no hay novedades, nos remitimos al texto publicado”, sostuvo Eduardo Piccini, gerente de marketing de la empresa. Cerca de la compañía hablan de “desfalco externo” y no dejan de mencionar “los intereses contrapuestos entre los socios”.